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De Guindos dice que la ayuda a los bancos nacionalizados será de €37.000 millones

Ripe

Se van despejando poco a poco las incógnitas que quedan por despejar en el rescate a la banca española.

El ministro de Economía ha cifrado esta mañana en 37.000 millones de euros la inyección de capital que recibirán cuatro bancos nacionalizados (Bankia, CatalunyaCaixa, NovacaixaGalicia y Banco de Valencia). A ello habrá que sumar la aportación pública al banco malo, por lo que la cifra resultante rondará los 40.000 millones de euros.

A su llegada a la reunión del Eurogrupo, que se celebra hoy en Bruselas, De Guindos ha afirmado también que los bancos que reciban ayudas tendrán hasta cinco años para cumplir con los planes de reestructuración. Al igual que ha ocurrido con otros bancos europeos que han recibido ayudas públicas, esto incluirán despidos, cierre de oficinas, ventas de activos no estratégicos y pérdidas forzosas para los inversores en participaciones preferentes.

La llegada del dinero -prevista para mediados de diciembre, según ha informado hoy el secretario de Estado, Fernando Jiménez Latorre- está condicionada a la aprobación por parte de la Dirección General de Competencia de la a Comisión Europea de esos planes de reestructuración.

Importe del rescate
"Para los bancos nacionalizados la cantidad va a estar en el entorno de los 37.000 millones de euros [...] Y aparte de eso tendremos la inyección de capital para la participación del FROB (fondo de reestructuración ordenada bancaria) en la sociedad de gestión de activos".

Con ello, el importe total del rescate "puede estar en el entorno de los 40.000 millones de euros, que es siempre la cifra que hemos estado manejando, que supone aproximadamente un 3,5%, un poquito más, de lo que es el interior bruto de España".

Planes de reestructuración
De Guindos ha asegurado los bancos que reciban ayudas tendrán "un plazo de tiempo relativamente dilatado de cinco años" para cumplir con las condiciones de la Comisión. Estas condiciones pretenden compensar la distorsión que supone en el mercado la concesión de ayudas públicas a un determinado número de bancos.

Estos planes, que ya han sido aprobados por el Banco de España, incluyen, además de despidos y cierres de oficinas, pérdidas para los inversores en participaciones preferentes. Así lo ha indicado De Guindos, al mencionar que "la conversión de preferentes en diferentes alternativas, lo que se denomina la distribución de la carga".

"Todo sigue según lo que estaba determinado en el MoU (el memorándum de entendimiento que fija las condiciones del rescate bancario) y evidentemente creo que no va a haber ninguna sorpresa al respecto", ha apuntado Guindos.

Grecia: "a centímetros del acuerdo"
Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro se encuentran reunidos desde las 12:30 del mediodía para tratar de buscar un acuerdo para reestructurar la deuda griega -de 327.000 millones (un 170% del PIB)- y hacerla sostenible. Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos de la UE, ha asegurado a su entrada que llegar a un acuerdo es cuestión de "un centímetro".

Es la tercera reunión que se celebra en apenas dos semanas. Las dos primeras acabaron sin acuerdo porque el Fondo Monetario Internacional y el Eurogrupo discrepan sobre cuál es el mejor modo de aliviar la carga de la deuda griega. El FMI, que participa con cerca de 30.000 millones de euros en el rescate- asegura que la deuda griega necesita una fuerte quita (de en torno al 50%, según publicó este fin de semana Der Spiegel) para volver a ser sostenible.

Pero los países del euro, con Alemania a la cabeza, se niegan a adoptar esta solución. Wolfgang Schaeuble, minsitro de Economía germano, ha recordado hoy a su entrada al Eurogrupo que una quita de la deuda griega en manos públicas sería incluso ilegal: "Todos los Estados miembros dijeron en el Eurogrupo de hace una semana que según sus respectivas bases jurídicas, no pueden aceptar una quita si tienen que dar al mismo tiempo nuevas garantías".

El propio De Guindos aseguró el pasado 12 de noviembre que la quita sería la opción que tendría un mayor impacto en los 25.000 millones de euros en los que se cifra la exposición española a la deuda griega.

En su lugar, el Eurogrupo propone otra serie de medidas, cuyo impacto sería menos doloroso para los Estados, pero, a cambio, vuelve a pedir al sector privado que asuma parte de la reestructuración. Se barajan tres medidas, principalmente: reducir los intereses y alargar los plazos de la deuda en manos públicas, que el BCE devuelva las plusvalías que obtenga con los 57.000 millones de deuda griega que compró con descuento en el mercado y una recompra de acciones al 30% de su valor nominal a parte de los bonos en manos del sector privado.