Los países en desarrollo rompen récord al pagar US$1,4 billones de su deuda en 2023
martes, 3 de diciembre de 2024
América Latina aumentó 29% en pagos de intereses de deuda externa, con eso fue la región líder en este pago con US$46.300 millones
La deuda pública sigue siendo un desafío crítico en América Latina, donde factores como la pandemia, la inflación y los ajustes fiscales han complicado las finanzas de varios países.
Un informe del Banco Mundial publicado hoy destaca las tendencias de deuda externa en países de ingresos bajos y medianos al cierre de 2023, poniendo en evidencia los retos que enfrentan estas economías. Según el estudio, el stock total de deuda externa de estos países aumentó 2,4%, alcanzando US$8,8 billones, lo que refleja una presión creciente en el endeudamiento tras la pandemia de covid-19.
Factores como la inflación, tasas de interés altas y depreciación de las monedas localeshan incrementado los costos de la deuda, afectando los presupuestos para sectores clave.
En la región, la situación no es ajena a esta tendencia. En el caso colombiano, el aumento de la deuda está en línea con la tendencia global, donde tanto las obligaciones a corto como a largo plazo se han incrementado.
En Colombia, la deuda externa alcanzó US$197.505 millones en 2023, lo que representa una creciente carga para la economía del país. Además, la deuda a corto plazo creció 3,4%, mientras que las obligaciones a largo plazo aumentaron 2%.
El reporte resalta que los flujos netos de deuda hacia países de ingresos bajos y medianos fueron positivos en 2023, alcanzando los US$220.700 millones. En América Latina, esto se traduce en una mayor dependencia de préstamos multilaterales y privados para cubrir déficits presupuestarios y financiar proyectos de desarrollo.
Para Colombia, el servicio de la deuda se ha encarecido notablemente. El informe también revela que Colombia registró una disminución de 12% en la entrada neta de deuda externa en 2023. El costo del servicio de la deuda ha aumentado considerablemente, con un incremento de 41,7% en los pagos de intereses.
En 2023, los países en desarrollo batieron récords al pagar un total de US$1,4 billones de su deuda externa, una cifra que refleja la presión constante sobre las finanzas públicas y la dificultad creciente para cumplir con estas obligaciones.
En América Latina y el Caribe, la situación no es diferente. Al finalizar 2023, el saldo total de la deuda externa en la región alcanzó US$2.054 millones. Esta cifra representa un peso considerable sobre las economías, con el saldo de la deuda externa equivalente a 134% de las exportaciones y a 36% de la renta nacional bruta.
En cuanto a los flujos financieros, registró entradas netas de deuda por US$67 millones y entradas netas de capital por US$123 millones.
El informe destaca que, en América Latina, la dependencia de los préstamos multilaterales y privados es cada vez mayor. Sin embargo, las altas tasas de interés globales y la volatilidad en los mercados internacionales suponen desafíos adicionales para acceder a estos recursos.
Por ejemplo, mientras que países como Brasil han optado por refinanciar su deuda con plazos más largos, otros, como Argentina, siguen enfrentando dificultades para lograr la solvencia fiscal.
El informe subraya que el financiamiento multilateral ha sido crucial para amortiguar los efectos de la crisis económica global. En Colombia, los préstamos de organismos como el Banco Mundial y el BID han sido esenciales para implementar programas sociales y proyectos de infraestructura.
El Banco Mundial advierte que, si no se toman medidas concretas, el panorama podría empeorar en los próximos años.
Otros factores que afectan la economía de la región
La situación económica de los países de América Latina también se ve agravada por problemas estructurales, como la baja productividad, la desigualdad y la dependencia de exportaciones de materias primas. Estos factores limitan la capacidad de generar ingresos que alivien el peso de la deuda.
Además, la depreciación de las monedas locales frente al dólar ha incrementado el costo de las deudas denominadas en esta moneda, afectando la capacidad de cumplir con las obligaciones externas y presionando aún más reservas internacionales.