Disney nombra nuevo director ejecutivo en medio de ofensiva por el streaming
jueves, 27 de febrero de 2020
La disrupción de plataformas como Netflix , Amazon y Apple han obligado a Disney a reinventarse tecnológicamente
Diario Financiero - Santiago
Walt Disney ha pasado al menos los últimos tres años trabajando en su dura apuesta por liderar la industria del streaming, en medio de la fuerte disrupción que han ocasionado actores como Netflix, Amazon y Apple.
Esa había sido la “prioridad número uno” de Bob Iger, el reconocido director ejecutivo que estuvo al frente de la compañía de medios más grande del mundo por 15 años.
Por ello, el anuncio de su repentino retiro de la empresa tomó por sorpresa al mundo del entretenimiento, a pesar de que ya había aplazado su renuncia en dos oportunidades.
Con su salida, todo queda en manos de Bob Chapek, quien hasta ahora se desempeñaba como presidente de Disney Parks.
A pesar de su poca experiencia en la división de la transmisión de videos y programas por Internet, su elección para el cargo fue incluso defendida hace meses por el propio Iger.
En una entrevista con Financial Times, el ahora exCEO dijo: “nadie conoce la marca Disney mejor que Bob (Chapek). Ese es un requisito previo para poder administrar bien esta empresa”.
Y ayer aseguró que “con el lanzamiento exitoso del negocio de Disney directo al consumidor y la integración de 21st Century Fox en proceso, este es el momento óptimo para la transición a un nuevo CEO”.
“Tengo toda la confianza en Bob y espero trabajar con él por los próximos 22 meses, mientras asume su nuevo rol y conoce todos los negocios y operaciones de Disney”, agregó Iger.
Tarea titánica y costosa
Con el anuncio, Chapek se convirtió en el séptimo director ejecutivo en la historia de Disney, con un contrato que se extenderá hasta 2023.
Ha pasado 27 años dentro de la organización, dos de ellos como presidente de los Parques de Disney, Experiencias y Productos; departamento que recién se creó en 2018.
A su juicio, su experiencia le brinda una “visión general” de cómo opera la firma, aunque admitió: “obviamente no he pasado tanto tiempo en el lado de los medios o del lado del consumidor directo”.
Desde su nueva posición, deberá encargarse de hacer que la compañía crezca aún más.
En 2019, el conglomerado registró ingresos por US$ 69.570 millones y, desde abril de ese año, incursionó en una costosa apuesta por la transmisión de video, invirtiendo miles de millones de dólares en contenido y tecnología, con miras a convertirse en un jugador serio en ese mercado.
La competencia en la industria es feroz con actores como Amazon, Apple, AT&T y Comcast también incursionando.
Los primeros resultados desde el lanzamiento de Disney+, el 12 de noviembre del año pasado, han sido prometedores. Se han logrado sumar a casi 30 millones de suscriptores estadounidenses con la oferta de programación de Marvel, Pixar y La Guerra de las Galaxias.
En comparación, Netflix tardó una década en llegar a 60 millones de suscriptores en la primera economía mundial. Hasta el momento, la ventaja para Disney está en el precio, pues el valor mensual de su suscripción es la mitad de lo que cuesta afiliarse a su principal rival, por ejemplo.
Pero el impulso es una apuesta ambiciosa y costosa, por lo que el grupo espera perder dinero durante años.
A principios de febrero, Disney reveló que sus costos totales en los tres meses hasta diciembre habían aumentado a US$ 18 mil millones, un 51% en términos interanuales, por el lanzamiento de la plataforma.
Lo que pase de ahora en adelante será responsabilidad de Chapek, quien deberá hacer frente a todos los cambios. Tendrá la guía de su antecesor al menos hasta dentro de dos años.