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División en el gabinete español resalta parálisis del gobierno de Rajoy

Bloomberg

Media hora antes de una subasta de bonos el mes pasado, el ministro español de Hacienda Cristóbal Montoro dijo a los legisladores que el país se estaba quedando sin efectivo. Ahora, está generando divisiones en el seno de la administración del primer ministro Mariano Rajoy.

Montoro, de 62 años, desató esta semana una tormenta política después de haber enfrentado a otro ministro por ocupar su territorio con planes destinados a gravar a las empresas de energía solar.

Los comentarios provocaron una reacción de su colega del gabinete, obligaron a interceder al viceprimer ministro, y llevaron a el diario El País a decir que España necesita que un solo ministro fije la política.

Rajoy tiene dificultades para imponer orden en un gobierno paralizado por su decisión de dividir el ministerio de hacienda en dos después de ganar las elecciones el año pasado y por refriegas internas respecto de quién dirige la economía.

Esto traba su capacidad para transformar a un país estragado por la tasa de desocupación más alta de la Unión Europea y una banca debilitada.

La difícil situación de Mariano Rajoy se agrava en tanto se prepara para solicitar un rescate pleno después de haber pedido ya un salvataje de US$126.000 millones para los bancos del país.

El rechazo de los planes fiscales energéticos por Cristobal Montoro, que favorece a las empresas solares asesoradas por la firma de cabildeo de su hermano, también puede llegar a arrojar al gobierno en un debate sobre sus vinculaciones con la gran empresa.

Bruselas atrasó la aprobación de la reforma económica
El Consejo de Ministros no ha aprobado hoy el nuevo decreto sobre la Reforma Financiera porque así se lo ha pedido Bruselas.Así lo ha confirmado hoy la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Santamaría ha afirmado que la Comisión Europea ha pedido una semana más a España para estudiar el borrador del Real Decreto y ha asegurado que 'no hay discrepancias' con Bruselas. Sin embargo, la UE aún no ha dado el visto bueno a la propuesta.