Divisiones en Mercosur dilatan respuesta a Unión Europea sobre negociación del TLC
viernes, 25 de agosto de 2023
Uruguay rechaza la intención de Brasil de hacer modificaciones; para Lula y Alberto Fernández es “inaceptable” el contenido de la addenda ambiental y Paraguay discute su nueva posición
El Observador - Montevideo
La Unión Europea, UE, considera “crucial” terminar de negociar este año el acuerdo de libre comercio con el Mercosur dado que el próximo renovará sus autoridades lo que supone una cuota de incertidumbre acerca de la posición futura. El planteamiento fue adelantado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Layen, la semana pasada en Bruselas y ratificado en Montevideo el viernes 18 por el embajador de la UE, Paolo Berizzi, en un desayuno con periodistas uruguayos.
En el encuentro, Berizzi dijo que continuaban “siendo optimistas” de poder firmar, aunque reconoció que el avance “depende mucho” de la “contrapropuesta del Mercosur” a la addenda ambiental enviada por la UE en marzo, la cual es condición sine qua non para la firma del acuerdo. “El tema fundamental es ver si la respuesta incluye reabrir algo que fue cerrado en 2019”, dijo en referencia al planteo de Brasil de volver a negociar el capítulo de compras gubernamentales. “Si es así, surgirán nuevas dificultades que no digo que sean imposibles (de subsanar), pero sí que suponen otro tipo de consideraciones”, agregó.
Hasta fin de año, la presidencia del Mercosur está en manos de Brasil. A mitades de julio, los gobernados por Lula da Silva enviaron a Uruguay, Argentina y Paraguay una contrapropuesta a la side letter europea en la que plantearon quitar algunas áreas que abarcan al capítulo de compras gubernamentales –como salud, alimentación y la construcción– para defender su industria. Ese documento ya fue respondido por la administración de Luis Lacalle Pou, según confirmaron a El Observador desde el Palacio Santos.
“Los comentarios de Uruguay analizando la propuesta ya salieron hacia Brasil”, dijo una fuente mientras que otra acotó que la respuesta rechaza hacer modificaciones. La hoja de ruta fijada por los comandados por Lula suponía que a mitades de agosto el bloque debía contestar al planteo, pero ese plazo no se cumplió porque hay diferencias entre los países.
Mientras que Uruguay no quiere abrir los capítulos del acuerdo que ya fueron negociados, Brasil y Argentina buscan hacerle modificaciones porque –a su vez– consideran “inaceptable” el contenido de la addenda europea.
Tanto Lula como Fernández hicieron valoraciones negativas de la propuesta durante la última cumbre del Mercosur celebrada en Puerto Iguazú y este miércoles la ministra de Ambiente de Brasil, Marina Silva, calificó de "inaceptables" las nuevas condiciones.
"Si en un contexto de desmonte de las políticas ambientales el acuerdo podría haberse cerrado, ¿por qué no puede hacerse ahora, cuando Brasil trabaja duro para cumplir con sus deberes? Parece que ahora estamos en un contexto más hostil y que, infelizmente, hay una percepción por parte de algunos países de la UE de que las cosas no cambiaron", se quejó la ministra brasileña Silva también adelantó que una de las exigencias es que la "vigilancia sobre lo que es legal o ilegal sea hecha por europeos", lo que consideró "una insurgencia total".
Sin optimismo
“Tenemos, en principio, unos acuerdos de apertura que no compartimos. Creo que Brasil y Argentina están con otra opinión. Eso demoraría aún más, ya que con los problemas que hay con algún país europeo, si nosotros desde el Mercosur también generamos algún enlentecimiento, no ayuda a que esto se termine rápidamente", aseguró Lacalle Pou el 16 de agosto.
En esa entrevista con DNews, durante la asunción del presidente paraguayo, Santiago Peña, el mandatario uruguayo reiteró que no era “muy optimista” de poder cerrar el acuerdo. Es que más allá de las diferentes posiciones de Uruguay, Argentina y Brasil, la nueva administración de Paraguay aún no definió su postura aunque antes de asumir Peña se sumó a Lula y Fernández y consideró “inaceptable” la addenda.
El lunes 21, el canciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano encabezó una reunión de coordinación con representantes de instituciones públicas y gremios del sector privado con el objeto de intercambiar visiones respecto a las negociaciones del acuerdo. “Acordaron continuar trabajando de manera coordinada a los efectos de consensuar una posición nacional que tenga en cuenta por sobre todo el interés del Paraguay”, señaló la Cancillería guaraní en un comunicado.
Además de observar “dificultades”, el embajador de la UE en Montevideo consideró que el planteo de Brasil de reabrir el capítulo de compras gubernamentales por su política de “reindustrialización” es erróneo. “Este acuerdo es el que mejor puede apoyar la reindustrialización porque atrae inversiones”, dijo en el desayuno. Berizzi citó como ejemplo la multiplicación por 14 de las inversiones europeas en Chile tras el acuerdo y por 9 en Argelia.
24 años de negociaciones
Las negociaciones entre los bloques comenzaron en 1999 y terminaron en 2019, aunque la victoria de Jair Bolsonaro hizo que la Unión Europea exigiera mayores compromisos ambientales a todo el bloque debido a la política de forestación del brasileño sobre la Amazonía.
El acuerdo firmado en 2019 está estructurado en 16 capítulos. Las compras gubernamentales son el octavo y su inclusión fue celebrada en ese entonces por la Cancillería uruguaya al subrayar que por “primera vez” en una negociación comercial los cuatro países del Mercosur adoptaban compromisos en materia de compras públicas.