Donald Trump promete impuesto corporativo de 15% y menos regulación y auditoría

Donald Trump prometió recortar la tasa impositiva de las empresas, reducir las regulaciones y auditar al gobierno federal, acogiendo una idea propuesta por el multimillonario Elon Musk, mientras presentaba su agenda a Wall Street y líderes corporativos en Nueva York.

“Estoy prometiendo bajos impuestos, bajas regulaciones, bajos costos de la energía, bajas tasas de interés, fronteras seguras, baja, baja, baja criminalidad”, dijo Trump el jueves en el Club Económico de Nueva York, en un intento por establecer un contraste con su rival demócrata, Kamala Harris.

La pieza central de su discurso fue un impulso para reducir la tasa del impuesto de sociedades a 15% para las empresas que fabrican sus productos en Estados Unidos.Esa medida supondría una gran reducción respecto a la tasa actual de 21%, una victoria política clave de la propia ley tributaria de Trump de 2017.

Eficiencia gubernamental

Trump también prometió crear un grupo de trabajo para revisar los gastos federales, una idea recomendada por Musk, el director ejecutivo de Tesla Inc. y SpaceX. Trump dijo que la comisión tendría “la tarea de realizar una auditoría financiera y de rendimiento completa de todo el gobierno federal y hacer recomendaciones para reformas drásticas”.

“Elon, porque no está muy ocupado, aceptó encabezar ese grupo de trabajo”, dijo Trump sobre el hecho de haber regresado a Musk, la persona más rica del mundo.

Musk ha abogado por la creación de un grupo de trabajo federal para garantizar que el dinero de los contribuyentes se gaste de forma eficaz y se ha ofrecido para desempeñar un papel en esa iniciativa.

El jueves, Trump también se comprometió, si es elegido, a eliminar 10 regulaciones por cada nueva norma, superando una promesa de su primer mandato de eliminar dos regulaciones por cada nueva norma.

Mensajes comerciales

Tanto Trump como Harris están intensificando sus mensajes económicos, tratando de cortar a los votantes de los estados indecisos, así como a los empresarios, en unas elecciones en las que la economía es un tema dominante.

Las encuestas muestran que los opinan que la economía estadounidense bajo la presidencia de Joe Biden y Harris está mejorando, pero sigue yendo en la dirección equivocada, percepciones alimentadas por las preocupaciones sobre los altos precios que han golpeado a los hogares estadounidenses.

Una encuesta de Bloomberg News/Morning Consult realizada entre el 23 y el 27 de agosto en siete estados indecisos que probablemente determinarán el resultado de noviembre mostró que 50% de los partidarios confiaban en Trump en cuanto a la economía frente a 44% que lo hacía en Harris, y más de la mitad piensa que estaba mejor financieramente bajo el gobierno de Trump que con Biden y Harris.

Aunque Trump prometió introducir tasas de interés más bajas, el presidente no tiene ningún control directo sobre la fijación de las tasas. Ese trabajo lo asigna el Congreso a la Reserva Federal, que baja o sube su tasa de referencia de los fondos federales para influir en los costos de endeudamiento de toda la economía en instrumentos que van desde las hipotecas a los bonos del Estado, pasando por los Préstamos para automóviles.

El banco central estadounidense ha mantenido las tasas en máximos de más de dos décadas desde julio de 2023 en un intento de controlar la mayor inflación desde principios de la década de 1980. Se espera que los funcionarios comiencen a bajar las tasas este mes a medida que las presiones sobre los precios siguen cediendo y el mercado laboral se enfría.

Amenaza arancelaria

Trump también defendió sus amenazas de golpear con aranceles tanto a los adversarios como a los aliados de EE.UU. si vuelve al poder, calificándolo de “política comercial proestadounidense que utiliza los aranceles para fomentar la producción aquí”.

El expresidente ha dejado flotar la idea de utilizar los aumentos arancelarios para pagar algunos recortes del impuesto sobre la renta. Ha prometido que, si gana, promulgará un arancel general de 10% sobre todas las importaciones y aranceles de 60% sobre los productos chinos. Sin embargo, muchos economistas afirman que los aranceles propuestos por Trump reavivarían la inflación.

Trump dijo que declararía una emergencia nacional en materia de energía para estimular la producción nacional y aprobar rápidamente un mayor desarrollo de la extracción de petróleo y gas, que medidas, según dijo, ayudarían a reducir los altos precios. Trump también calificó esta política de necesaria para industrias emergentes como la inteligencia artificial y para mantener la competitividad de EE.UU. frente a China. “La electricidad se necesita desesperadamente para la inteligencia artificial”, aseveró Trump.