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Draghi confirma que están preparados para una tasa de depósitos negativa

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"La tasa de interés negativa se discutió en la última reunión de política monetaria del BCE, pero no hay nada nuevo desde entonces", ha dicho Mario Draghi, el presidente del organismo monetario europeo en su discurso desde Berlín.

Las palabras que Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo (BCE) ha pronunciado desde Berlín han sido medidas con lupa. En especial en lo que se refiere a la opción de situar la facilidad de depósito en negativo. "No hay nada nuevo desde entonces [desde la última reunión del BCE]", cuando se discutió la posibilidad de implantar una tasa negativa a la facilidad de depósito, ha dicho el banquero central al respecto.

Y ha sido mucho más contundente: "Se lo ruego: no traten de inferir de lo que diga aquí algo sobre la posibilidad de tipos de interés negativos en los depósitos". Estas declaraciones realizadas con motivo de un foro económico organizado por el diario germano 'Süddeutsche Zeitung' en Berlín, marcan un punto de inflexión puesto que ayer se reactivaron las alertas sobre un gravámen a los bancos y finalmente no ha habido ni la más mínima novedad. Pero este mensaje también deja entrever, mientras no se diga lo contrario, que el organismo monetario podría continuar "técnicamente preparado" para penalizar a los bancos que hagan uso de la facilidad de depósito, como ya anunció en la última reunión del BCE. Facilidad de depósito: ¿del 3,75% al -0,1%?

Facilidad de depósito: ¿del 3,75% al -0,1%? 
Draghi relanza al euro: se resiste a gravar los depósitos negativos a la banca La facilidad de depósito es una especie de hucha que tiene el principal organismo monetario de Europa para que las entidades pueden dejar ahí su dinero a un plazo de un día a cambio de la seguridad que les garantizar el simple hecho de estar ahí depositado. Históricamente el BCE ha remunerado el hecho de que las entidades dejaran su dinero en la facilidad de depósito, hasta el punto de que el BCE ha llegado a pagar un máximo del 3,75% a los bancos por ese dinero que le dejaban en su hucha.

Sin embargo, en julio de 2012 el organismo monetario bajó del 0,25% al 0% esta la rentabilidad de esta facilidad la banca, con el fin de reactivar el crédito y que éste llegara a la economía real. Ahora, todo hace pensar que tarde o temprano, el BCE penalizará la banca para que se tome en serio su principal actividad, la de prestar dinero a las empresas y las familias. Los expertos hablan de una tasa negativa que podría ser del -0,1%, un movimiento que sería más suave del habitual de 25 puntos básicos que acostumbra hacer la institución. De esta manera, al circular el crédito puede llegar a la economía real y por tanto, podría incentivar el consumo y de esa manera, luchar contra el fantasma de la deflación. Con ese último fin el BCE bajó también los tipos de interés en su última reunión hasta el mínimo histórico del 0,25%.

Una de cal y otra de arena para Alemania 
El euribor acelera su caída ante la posible penalización de los depósitos Mario Draghi ha defendido desde la capital alemana el superávit comercial alemán y ha rechazado las quejas de este país sobre su decisión de tipos por "injustas". En primer lugar, Draghi se ha pronunciado sobre la polémica en torno a la creciente diferencia entre las exportaciones y las importaciones alemanas, que Bruselas ha tachado de desequilibrio macroeconómico.

"En estas discusiones sobre lo que Alemania debería o no debería hacer algo es claro: no se puede hacer al débil más fuerte debilitando al más fuerte", ha apuntado. A su juicio, la economía alemana "se ha orientado en una dirección que beneficia a todos los países europeos" al apostar por un sector exterior competitivo y de calidad. Posteriormente, el banquero italiano ha indicado que los tipos son bajos por la debilidad de la economía de la eurozona. "Subirlos la deprimirían aún más", ha manifestado. Y respecto a las críticas de Alemania a su política monetaria por bajar el precio oficial del dinero del 0,5% al 0,25% ha dicho que son "profundamente injustas", puesto que "las decisiones (de la autoridad monetaria) se basan en la economía y solidas evidencias".

Draghi ha recalcado que el BCE cumple con su principal mandato, el de mantener la inflación en torno al 2%, y que la actual situación de tipo bajos es la mejor opción de las posibles. Súper Mario ha reconocido que esta política perjudica a los ahorradores, pero argumentó que "cualquier otra decisión sería peor" y descartó el riesgo de burbujas financieras generalizadas, aunque concedió que quizá pueda haber "riesgos locales" en "sectores concretos" de algunos países por este flujo de dinero barato. Además, el presidente del BCE rechazó de plano que su política monetaria desincentive las reformas en los países en crisis, ya que presiona a la baja los intereses que pagan los estados por colocar sus bonos soberanos en el mercado.