EE.UU. lidera el ranking de fuerzas aéreas, mientras que Venezuela está en el puesto 55
martes, 2 de diciembre de 2025
La superioridad del poder aéreo estadounidense frente al venezolano es amplia y estructural, lo que evidencia la posición de desventaja en la que se encuentra Venezuela
Después de semanas de negociaciones y rumores, el pulso entre EE.UU. y Venezuela se trasladó al terreno aéreo. Los reportes de sobrevuelos de cazas estadounidenses sobre territorio venezolano el mes pasado dejaron en evidencia la superioridad de la Fuerza Aérea de EE.UU. y la amplia brecha de capacidad frente a las defensas venezolanas.
El presidente de EE.UU., Donald Trump declaró el fin de semana pasado que el espacio aéreo venezolano estaba cerrado. Por su lado, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, le ha pedido a sus fuerzas aéreas estar preparadas para cualquier avanzada estadounidense. Si bien Trump ha señalado que está abierto a dialogar con Maduro, también ha advertido que no descarta el uso de la fuerza si la situación lo requiere.
Además de esto, el presidente estadounidense confirmó que sostuvo una llamada telefónica con su par venezolano en los últimos días. Trump no quiso comentar mucho al respecto de este hecho.
Con respecto a las fuerzas aéreas de ambos países, el ranking global del World Directory of Modern Military Aircraft, Wdmma, correspondiente a 2025 revela una fotografía detallada del poder aéreo mundial, con un aspecto clave que suele pasar desapercibido: la clasificación no ordena países, sino servicios aéreos individuales. Cada rama, como la Fuerza Aérea, la Aviación Naval o la Aviación del Ejército, compite de forma separada. Esto explica por qué Estados Unidos ocupa varios lugares dentro del top 10 y por qué otras naciones aparecen fragmentadas por sus estructuras internas.
En este esquema, la United States Air Force, Usaf, se mantiene en el primer lugar mundial con un TruVal Rating, Tvr, de 242,9, una cifra que la coloca muy por encima de cualquier otro servicio aéreo del planeta. Esta posición se explica por la magnitud y complejidad de su estructura. La Usaf opera un inventario activo de 5.004 aeronaves, más de 2.000 dedicadas a combate y ataque, 1.634 de apoyo general y más de 1.300 para entrenamiento. A esto se suman más de 2.200 unidades en pedido, lo que garantiza su renovación a largo plazo.
Esta amplitud de roles, combate, logística estratégica, transporte, reabastecimiento, operaciones especiales, vigilancia global y entrenamiento, convierte a la Fuerza Aérea estadounidense en una plataforma de proyección mundial incomparable.
El segundo lugar del ranking lo ocupa la Aviación de la Marina de EE.UU., seguida por la Fuerza Aérea de Rusia en el tercer puesto. Aunque Rusia conserva uno de los arsenales aéreos más grandes del mundo, su distancia frente a la Usaf es enorme.
En los siguientes lugares aparecen la aviación del Ejército estadounidense, el Cuerpo de Marines de EE.UU., la Fuerza Aérea de India, que desplaza a China en esta edición, la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación, la Fuerza Aérea de Japón, la Fuerza Aérea de Israel y la Fuerza Aérea y Espacial de Francia. Este top 10 evidencia que, aunque solo unas pocas naciones poseen capacidades aéreas de primer nivel, varios servicios individuales han construido estructuras capaces de operar en escenarios estratégicos regionales o globales.
Venezuela aparece muy lejos de los primeros puestos. La Aviación Militar Bolivariana se ubica en el lugar 55 del ranking con un TVR de 20,8 y un total de 140 aeronaves activas. Su configuración interna muestra una fuerza aérea con recursos muy limitados. Solo 24 unidades están destinadas a combate o ataque, 43 cumplen funciones de apoyo general y 73 se emplean para entrenamiento y labores de tripulación. En cuanto a renovaciones, apenas cuatro aeronaves están en pedido. Esta estructura refleja un rezago profundo en modernización, logística, mantenimiento y capacidad operativa.
Aunque Venezuela fue durante décadas uno de los países con mayor poder aéreo en América Latina, la degradación de su industria petrolera, la caída del presupuesto público, la falta de acceso a repuestos y la obsolescencia de equipos han reducido su capacidad de respuesta.
Estas estadísticas muestran la clara desventaja que tiene Maduro frente a un posible ataque de parte de Trump.
En conjunto, estas cifras dejan claro que Venezuela enfrenta una brecha estructural frente al poder aéreo estadounidense, una diferencia que condiciona cualquier escenario de confrontación y acota significativamente la capacidad de respuesta del gobierno de Maduro.