EE.UU., Rusia e Irán, los que más apuestan en producción de gas natural

En días en que los temas de la agenda energética giran en torno a la transición energética y a la potenciación de energías renovables como la eólica, es decir, la que se produce con el viento, algunas de las grandes potencias le apuestan a la producción de gas, considerado por los expertos como la fuente clave para el desarrollo de la transición energética.

EE.UU., Rusia, Irán, China, Canadá y Catar, junto con Australia, son los que más están invirtiendo en la producción de este hidrocarburo.

El gas es definido como el combustible de la transición, ya que dentro del grupo de hidrocarburos, como el petróleo, se caracteriza por generar una reducción considerable en sus emisiones, aunque sin eliminarlas por completo. Esto lo ubica como una de las fuentes de energía que, a pesar de ser un combustible fósil, resulta útil para avanzar hacia una matriz energética más limpia.

A medida que crece la demanda de energía, las fuentes para garantizar una oferta adecuada se vuelven más críticas.

A los países mencionados también se suman Arabia Saudita y Noruega. En conjunto, todos ellos producen más de 70% del suministro mundial, ya que son pocas las regiones que cuentan con una provisión confiable para mantener sus sistemas energéticos.

Incluso, Colombia ha abierto la importación de gas a través de la Sociedad Portuaria El Cayao, más conocida como Spec, empresa filial de Promigas ubicada en Cartagena, que recibe gas natural licuado desde el exterior.

El país comenzó con sus importaciones en diciembre de 2024, fecha en la que se perdió la soberanía energética. Es decir, se tuvo que recurrir a la compra externa para atender la demanda de los hogares, así como del sector comercial.

Volviendo a los índices internacionales, EE.UU. es el que más apuesta por este hidrocarburo. Se ha señalado que los Estados de Ohio, Pensilvania y Virginia Occidental cuentan con buenas reservas y una infraestructura adecuada para el transporte del gas.

Se destacó que el gas es una fuente estable y abundante, capaz de garantizar la oferta en el sector energético