Globoeconomía

EE.UU. sigue siendo el único verdugo del continente

Noelia Cigüenza Riaño

En el resto de la región, sólo tres países dictaron condenas a muerte el año pasado, todas ellas por asesinato: Barbados, Guyana, y Trinidad y Tobago. Además, un total de 72 personas permanecieron condenadas en seis países, casi la mitad de ellas en Trinidad y Tobago (33). 

En general, el informe destaca que hubo progresos notables en varios países. Por ejemplo, en Guatemala se declaró inconstitucional la pena de muerte para el asesinato agravado. Por primera vez, dos países más del Caribe (Antigua y Barbuda y Bahamas) no tuvieron a nadie al terminar el año en el corredor de la muerte. 

A nivel global, en 2016, al menos 1.032 personas fueron ejecutadas en 23 países, lo que representa un descenso de 36% respecto al año anterior cuando la cifra alcanzó un máximo histórico. 

No obstante, el número de condenas a muerte aumentó 56% pasando de 1.998 en 2015 a 3.117 en 2016, sentencias que fueron emitidas por tribunales de 55 países respecto a 2015. 

De acuerdo con Amnistía Internacional,  este hecho se explica porque se registraron aumentos considerables en 12 países, pero en algunos, como Tailandia, el incremento se debió al hecho de que las autoridades proporcionaron información detallada a Amnistía Internacional.

En 2016, China fue el mayor verdugo del mundo con más de 1.000 ejecuciones; seguido de Irán que ejecutó a 567; Arabia Saudita con más de 154; Irak con 88, y Pakistán con unas 87.