El año pasado se perdieron 25,8 millones de hectáreas de bosque, una pérdida de 16%
lunes, 12 de abril de 2021
Rusia fue el país con mayor pérdida forestal en el ultimo año, con5,44 Millones de hectáreas desaparecidas, según Global Forest Watch
Jonathan Toro
La llegada de la pandemia por covid-19, no trajo consigo solo una emergencia de salud pública de magnitud mundial, sino que, a su vez, puso de manifiesto una serie de problemas de origen climático de los que poco o nada se venía hablando.
De acuerdo con los datos del más reciente informe de la ONG Global Forest Watch, una plataforma dedicada al monitoreo en tiempo real de los bosques perteneciente al World Resources Institute, durante lo corrido del primer año de la pandemia, se perdieron cerca de 25,8 millones de hectáreas (ha) de cubierta arbórea en el mundo, mientras que los bosques primarios del planeta se redujeron en 4,21 millones de ha, lo que representó una pérdida de 16% del total de la cobertura arbórea para 2020 y 6,3% del total de bosques primarios del mundo.
Dentro de los datos revelados por la entidad, destacan cinco países que han venido aumentando la tasa de deforestación durante la última década y que tuvieron una mayor incidencia en la degradación forestal en lo corrido del año pasado.
De ellos, en primer lugar se ubicó Rusia, con una reducción de 5,44 millones de ha de cubierta arbórea al cierre del año, mientras que Brasil ocupó el segundo lugar con 3,29 millones de ha menos. Canadá, con una reducción de 1,20 millones de ha; Estados Unidos, que perdió 1,97 millones de ha, e Indonesia, con 962.000 ha menos, completan el top cinco.
Según la analista de Global Forest Watch Mikaela Weisse, la reducción del bosque primario en el mundo, durante 2020, tiene una estrecha relación con el aumento de dióxido de carbono en el ambiente, que es igual a las emisiones de 400 millones de nuevos autos en el mismo periodo de tiempo.
Por el lado de la región el panorama no es diferente. Un total de 53,8 millones de hectáreas cubiertas de árboles y bosques se perdieron en América Latina y el Caribe entre 2010 y 2020.
Según el reporte de la ONG, 55,6% de la desaparición forestal total de esta década se ha producido en territorio brasileño. En 2016, el año donde se reportaron mayores pérdidas forestales, el país vio desaparecer 5,38 millones de ha de bosque, ya sea por causas naturales o por la acción humana.
El segundo país de la región en el que se perdió más bosque fue Bolivia, donde en la última década se destruyeron 3,8 millones de hectáreas. Solo 430.000 hectáreas se perdieron en el último año.
Frente a la pérdida de bosque en dicho país, Frances Seymour, especialista en bosques del Instituto de Recursos Mundiales, dijo que los incendios forestales que han acabado con el recurso forestal de Bolivia tienen una estrecha relación con la relajación de las políticas gubernamentales en torno a la quema de bosques para la agricultura.
Según la experta, este es un fenómeno que ha venido en ascenso en toda la región durante la última década.
En tercer lugar se ubicó Paraguay, con una reducción de 3,6 millones de ha en diez años; seguido de Argentina, con 3 millones de ha; Colombia, con 324.000 hectáreas, y México, que perdió 300.000 hectáreas.
Regresando al escenario global, las estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), recopiladas por la ONG Global Forest Watch, revelaron que, durante los últimos diez años, 27% de la pérdida de la masa forestal del planeta fue producto de la deforestación y que, tan solo en un año, en países como Brasil se pierden 1,78 millones de ha, mientras que en Australia la cifra es de 662.000 hectáreas anuales y en Zimbabue es de 309.000 hectáreas.
Durante el último año, la principal causa de desaparición de bosques fue la deforestación, que arrasó con 7,14 millones de hectáreas en el mundo. El segundo factor fue la agricultura itinerante, que perjudicó 5,74 millones de ha, al tiempo que 5,56 millones de ha de bosque estaban siendo consumidas por incendios forestales.
Finalmente, las entidades resaltan dos causas más de pérdida de zonas verdes que son constantes y que representan un factor de riesgo en algunos años. Por un lado, la deforestación asociada a la extracción de materias primas, que durante 2020 se llevó 5,41 millones de ha en el mundo, y la urbanización, que condujo a la pérdida de 173.000 hectáreas verdes.
Pese a que las cifras presentadas por la ONG plantean un panorama ambiental que aparentemente se ha venido deteriorando, la información revelada por la FAO en su informe “Evaluación de recursos forestales 2020” mostró que cerca de 93% de los bosques del mundo se ha regenerado de forma natural desde 1990, mientras que 7% de la capa verde del planeta, a 2020, ha sido plantada artificialmente en 123 millones de hectáreas.
De la misma manera, este informe detalló que hay un avance en materia de regulación para la conservación de la biodiversidad en el mundo. Según los datos, a nivel mundial, 424 millones de hectáreas de bosque están destinadas para la conservación de la biodiversidad.
El director general de la FAO, Qu Dongyu, afirmó que “es importante darse cuenta de que el promedio de deforestación de los últimos diez años fue la mitad que el de la década anterior”.
En ese sentido, el directivo dijo que, “es completamente cierto que todavía hay una deforestación bastante alta, pero es mucho menos que antes”.
Para la FAO, los pueblos indígenas son la solución para la deforestación
De acuerdo con el último estudio de la FAO sobre el rol de los pueblos indígenas en la conservación de los bosques, las comunidades de América Latina y el Caribe manejan entre 330 y 380 millones de hectáreas de bosques, casi la tercera parte de todos los bosques de la región. En ese sentido, el informe reveló que 45% de los bosques no intervenidos por el hombre en la cuenca amazónica son salvaguardados por indígenas y que durante la última década solamente se perdió 0,3% del carbono almacenado.