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El Banco Vaticano reporta ganancias tras reestructuración

Reuters

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El Banco Vaticano reportó una fuerte alza en su ganancia neta en 2014 tras absorber los costos de una reestructuración que afectó a sus utilidades un año antes, parte de un esfuerzo por hacer más eficiente la gobernanza financiera y eliminar el abuso, mostró un comunicado el lunes.

El banco, conocido formalmente como Instituto para las Obras de Religión (IOR), ha endurecido los estándares regulatorios y ha cerrado miles de cuentas, que estaban inactivas o se consideraba que no cumplían con los nuevos estándares solicitados a los clientes.

La reforma del Banco Vaticano ha sido uno de los temas más delicados que ha enfrentado el Papa Francisco en su búsqueda por reformar su compleja administración tras años de escándalos, desde acusaciones de malas prácticas financiera a encubrimientos de abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes.

Tras resultados en 2013 que fueron afectados por fuertes amortizaciones sobre inversiones y un salto en costos operacionales para cumplir nuevos estándares contra el lavado de dinero, la ganancia neta del Banco Vaticano el año pasado repuntó a 69,3 millones de euros (76,15 millones de dólares) desde 2,9 millones de euros un año antes.

El banco también ha prometido concentrarse más estrechamente en la mejoría de los retornos para sus clientes, que incluyen a órdenes religiosas y entidades de caridad, tras varios años en que la atención de la administración se ha concentrado principalmente en la mejoría de su gobernanza.

"El foco principal es mejorar fundamentalmente nuestros estándares de servicios generales a los clientes y profesionalizar aún más nuestros servicios de administración de activos", dijo a través de un comunicado el presidente del IOR, Jean-Baptiste de Franssu.

En un quiebre respecto al pasado, el Papa Francisco designó al cardenal australiano George Pell, una persona fuera del Vaticano, para realizar una reformulación de las finanzas de la Santa Sede, que durante años fueron controladas por un pequeño grupo de funcionarios italianos.

En el banco se han introducido amplios cambios, desde mejores estándares normativos al combate del lavado de dinero, que apuntó a sospechas de que se estaba haciendo mal uso de cuentas del IOR para ayudar a algunos clientes, o incluso a personas fuera del Vaticano, a evadir impuestos.

Desde mayo de 2013, un total de 4.614 cuentas han sido cerradas, la mayoría de ellas sin actividad. Sin embargo, 554 fueron eliminadas debido a que se consideró que no cumplían con los criterios requeridos. Otras 274 cuentas están en proceso de cierre.