Globoeconomía

El BCE adelanta nuevos estímulos para la reunión de marzo

Expansión - Madrid

Desde la última reunión del Banco Central Europeo, la celebrada el 3 de diciembre, los mercados han sufrido múltiples ajustes. Uno de ellos ha sido la drástica rebaja en las expectativas depositadas en el BCE. La propia institución monetaria reforzó esta idea la semana pasada, al trascender unas filtraciones que dejaban claros sus recelos a la hora de introducir, ya, nuevos estímulos.

Las decisiones del pasado mes de diciembre se quedaron muy por debajo de lo que habían descontado los mercados. La facilidad de depósito pasó del -0,2% al -0,3%, cuando algunas quinielas habían apostado por un movimiento más agresivo, hasta el -0,4%. Tampoco convenció la decisión de prorrogar el programa de compra de deuda hasta marzo de 2017. Los analistas habían anticipado un incremento en la cuantía de las compras, desde los US$65.534 millones mensuales hasta el entorno de los US$76.456 - US$81.918 millones.

La reunión de hoy, como se esperaba, ha servido para confirmar que los tipos de interés se mantienen un mes más en sus mínimos históricos, en el 0,05%, y que la facilidad de depósito, de momento, repite en el -0,3% aprobado el diciembre.

Los próximos ajustes, sin embargo, podrían centrarse precisamente en la facilidad de depósito. Los inversores dan por hecho que Mario Draghi no comunicará hoy ninguna decisión firme. Pero sí esperan que avance nuevos estímulos adicionales (como una rebaja de la facilidad de depósito hasta el -0,4%) para la reunión de marzo.

Las presiones para que el BCE mueva ficha de nuevo se han recrudecido en las últimas semanas. Las alertas en los mercados se han agravado en el inicio del año, y los sucesivos desplomes van camino de convertir enero en el peor mes en las Bolsas desde el año 2009.

Inflación y petróleo, claves para la reunión de marzo

Pero hay un factor que eleva más directamente las presiones sobre el BCE. Su objetivo de alcanzar una inflación próxima al 2% parece cada vez más inalcanzable. El IPC de la eurozona se limita actualmente al 0,2%, y el hundimiento del precio del petróleo (superior al 30% desde la reunión de diciembre del BCE) amenaza con frenar en mayor medida aún su recuperación.

El BCE hará públicas sus nuevas previsiones de crecimiento y de inflación en la reunión de marzo. Y salvo un vuelco radical en la evolución del petróleo, todo apunta a que podría verse forzado a recortar aún más sus estimaciones de IPC. De ahí que los analistas esperen que sea en la cita de marzo cuando introduzca nuevos estímulos monetarios.

Las filtraciones que trascendieron la semana pasada apuntaban a que los consejeros del BCE defendían que los focos de atención deben centrarse ahora en la inflación subyacente, la que excluye los precios energéticos, debido a la extrema volatilidad que registra el mercado del petróleo. Precisamente la inestabilidad en los precios del crudo es un motivo más, según alguno de los consejeros del BCE, para no mover ficha. "Dada la volatilidad en el precio del petróleo (...) no tenemos que actuar".