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El BCE advierte que queda una "última oportunidad" para sanear la banca europea

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Del éxito de ese saneamiento financiero depende que los frágiles brotes verdes de la economía europea no se marchiten. El Banco Central Europeo (BCE) advirtió que el tiempo para reparar los balances de los bancos europeos se agota.

 Jörg Asmussen, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, cree que el examen que la institución realizará el año que viene a los 130 mayores grupos bancarios europeos podría ser "la última oportunidad" para lograrlo.
Del éxito de ese saneamiento financiero depende que los frágiles brotes verdes de la economía europea no se marchiten.
"Esta es una oportunidad extraordinaria para crear transparencia en los balances bancarios de Europa y repararlos. Por una serie de razones las dos pruebas de resistencia anteriores fallaron y ahora es nuestra tercera y posiblemente última oportunidad para hacerlo", aseguró Asmussen en una conferencia de prensa celebrada en Vilna (Lituania) tras la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro.
Y si alguno tenía dudas sobre la importancia de este análisis de balances, Asmussen las ha despejado: "[Reparar los balances] Es un elemento clave para nosotros.
Sin ese saneamiento, una reactivación del crédito en Europa, algo que es vital para la recuperación, simplemente no va a ocurrir". Según el mandatario del BCE, es posible que el ejercicio de examen y su posterior prueba de resistencia requieran la recapitalización de algunas entidades, por lo que pidió a los Gobiernos que tuvieran listos unas redes de seguridad con dinero público para evitar turbulencias financieras.
"La primera línea de defensa son los mercados privados, pero puede haber casos en que esto no sea suficiente, y tiene que quedar claro que habrá soportes públicos. En primer lugar estarán los presupuestos nacionales, que podrían ser apoyados a su vez por el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), como ha ocurrido muy exitosamente en España", aseguró Asmussen.
El ejecutivo del BCE advirtió expresamente de que antes de entrar dinero público, los bancos deberían aplicar quitas a sus inversores y acreedores. Según la legislación actual esto supondría pérdidas para accionistas, preferentistas, bonistas junior y en función de la magnitud del agujero podría extenderse a bonistas senior y depositantes no asegurados (a partir de 100.000 euros).