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El BCE deja de admitir la deuda de Grecia y pone a prueba el plan de Syriza

Expansión - Madrid

La coalición de izquierda radical (Syriza) y la derecha ultranacionalista (Anel), que formó gobierno tras las elecciones griegas de hace apenas diez días, amenaza con renegar de los compromisos que adquirieron los ejecutivos anteriores y a cambio de los cuales Grecia recibió un rescate de US$274.781 millones.

El actual programa vence a finales de mes y los socios del euro quieren que Atenas pida una línea de crédito adicional y continúe con la agenda de saneamiento de las cuentas públicas y reformas estructurales. Sin embargo, el nuevo Ejecutivo heleno ya ha dejado claro que no va a prorrogar el programa actual y que quiere borrón y cuenta nueva: canjes de deuda, más margen fiscal y programa propio de reformas (que contravienen las ya adoptadas).

Yanis Varoufakis, ministro de Finanzas de Grecia, se reunió ayer con Mario Draghi, presidente del BCE para explicarle sus planes. Al salir de la reunión, Varoufakis la tildó de "fructífera".

La decisión
El Consejo de Gobierno de la institución ha adoptado esta medida al comprobar que Grecia no está dispuesta a cumplir con las condiciones del programa de rescate que suscribió y que expira el próximo 28 de febrero.

La decisión no cierra completamente el grifo a la banca griega, pero obliga a las entidades helenas a buscar esa financiación extra en las líneas de liquidez de emergencia. La medida afecta a US$4.007 millones de deuda soberana y US$28.623 millones de deuda emitida por los bancos pero avalada por los Gobiernos. Entra en vigor el 12 de febrero.
Como la deuda helena tiene ráting de bono basura, el BCE decidió no aceptarla como garantía. La única excepción permitida por Fráncfort para admitir títulos con ese ráting crediticio es que el país se comprometa con las condiciones de un programa de rescate, algo que ya ha rechazado el Gobierno griego públicamente.

"El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido hoy eliminar la exención que afectaba a los instrumentos de deuda cotizados emitidos o garantizados por la República Helena", asegura la institución en un comunicado.

"Esta excepción permitía que estos instrumentos fueran usados en las operaciones de política monetaria del eurosistema a pesar de que no cumplen con los requisitos mínimos de calidad crediticia", continúa el BCE.

La decisión, afirma, "se basa en el hecho de que en estos momentos no es posible asumir una conclusión exitosa de la revisión del programa".
El BCE termina el comunicado asegurando que las necesidades que a partir de ahora tengan los bancos griegos "puede ser satisfecha por el banco central nacional relevante mediante la asistencia de liquidez de emergencia, teniendo en cuenta las reglas del Eurosistema".

Estas reglas indican que aunque el Banco Central de Grecia podrá administrar esas líneas de emergencia, una decisión por mayoría de dos tercios del Consejo de Gobierno del BCE puede cerrarla en cualquier momento. Esta decisión abocaría al sistema bancario griego a la quiebra y a una salida de facto de Grecia de la zona euro.