El BID estima que América Latina crezca 1,9% pero la crisis bancaria sería un obstáculo
martes, 21 de marzo de 2023
El BID presentó proyecciones decrecimeinto considerando diferentes escenarios de crisis financiera, política y de materias primas
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó el informe macroeconómico de América Latina y el Caribe 2022, en donde pronosticó un crecimiento de 1% para la región en 2023 y de 1,9% para 2024, esto si la crisis bancaria que se está dando en Estados Unidos y Europa no llega a la región.
El economista jefe y director de investigación del BID, Eric Parrado, se pronunció en la conferencia anual del organismo en Ciudad de Panamá y aseguró que sus cálculos tienen una postura optimista y considera que la región tiene la resiliencia suficiente como para enfrentar este tipo de crisis.
Además de la turbulencia financiera, un aspecto que el BID toma en cuenta para su proyección es la guerra entre Rusia y Ucrania y la normalización de las políticas en las economías desarrolladas. Por ello, crearon el pronóstico de crecimiento de varios países de América Latina y el Caribe bajo dos escenarios (ver gráfico).
“El primer escenario analiza los shocks específicos en la economía global de la guerra entre Rusia y Ucrania. Combina los shocks negativos en el crecimiento en la zona euro y Estados Unidos con un shock positivo en los precios de las materias primas. En este escenario no se incluye ningún shock financiero adicional, pero los mercados financieros reaccionan a los otros shocks”, explican en el informe.
Esta proyección tiene un resultado negativo para la región en relación con el escenario antes de la guerra, además de mostrar diferencias entre subregiones: México y Centroamérica es golpeado con más fuerza por el menor crecimiento en EE.UU., y a la segunda región se le suma el alza del petróleo.
En el segundo escenario se le añade el factor de normalización de las políticas monetarias.Teniendo en cuenta esto, los shocks en el crecimiento de EE.UU. y la zona euro son más profundos, lo que genera un impacto mayor en la región, pero el comportamiento de las materias primas logra un efecto positivo en el crecimiento.
Ahora, combinando el shock del crecimiento, de las materias primas y el del mercado financiero, el BID señala que se “reduce considerablemente el crecimiento con respecto a antes de la guerra, y la región se recuperaría solo hacia finales de 2023 y comienzos de 2024. El shock combinado resta 1,5% del PIB en promedio cada año entre 2022 y 2024, a partir de la línea de base promedio de 2,2% al año”.
Pero al sumar el factor de normalización de las políticas, la proyección es más negativa. El crecimiento pasaría de 2,1% a 1,2% en 2022, y en 2023 sería negativo -0,4%. La recuperación de la región llegaría hasta 2024 y se pronostica un alza de 1,3%.