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El Bundesbank, abierto a posibles programas de estímulo del Banco Central Europeo

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Giro dialéctico de Alemania. Su banco central, el Bundesbank, no descarta ahora posibles compras de activos por parte del BCE para impulsar el crecimiento de la zona euro, posibilidad que rechazaba hace tan solo unos meses.

En noviembre pasado, el presidente del Bundesbank y consejero del BCE, Jens Weidmann, se oponía tajantemente a la posibilidad planteada por otros miembros del Banco Central Europeo de comprar activos para espolear la titubeante recuperación europea. Ahora, sin embargo, su discurso ha cambiado, hasta el punto de abrir la puerta a la eventual compra de créditos y otro tipos de activos por parte del BCE, según informa Reuters.

Weidmann, que ha efectuado estas declaraciones en una entrevista, matiza sin embargo que las medidas no convencionales de las que se habla "son territorio en gran parte inexplorado" y añade que es necesario un debate tanto sobre su eficacia como sobre sus costes y posibles efectos secundarios.

Pese a estas cautelas, el presidente del Bundesbank señala que un posible programa de estímulos (quantitative easing) no está fuera del abanico de posibilidades. Eso sí, Weidmann sigue rechazando que el BCE pueda financiar a los Estados miembros mediante la compra de bonos soberanos.

Weidmann ha sido uno de los principales opositores a la posibilidad de que el BCE desarrollara un programa de estímulos. Su giro dialéctico se produce, además, en un momento en el que la Fed de EEUU se encuentra en pleno repliegue de la compra de activos.

Tasas de interés negativa
Sin embargo, la debilidad de los precios y el fantasma de la deflación parecen haber llevado a Alemania a suavizar su postura y a contemplar la adquisición de activos como una alternativa para mitigar la caída de los precios, al tiempo que ha sugerido que una tasa de depósito negativa ayudaría a combatir la fortaleza del euro, otro de los aspectos que preocupa a los dirigentes europeos en estos momentos.

Y es que según Weidmann, unas tasas de interés negativas serían "más apropiadas para contener los elevados tipos de cambio".