El camino cuesta arriba que tendrá en Chile la creación de la Empresa Nacional del Litio

A pocas horas de conocerse la Estrategia Nacional del Litio, anunciada el jueves por el presidente Gabriel Boric, los detractores del proyecto suman y siguen. Los empresarios cuestionan particularmente el mecanismo de alianza público-privada que planteó el gobierno y que implica el control estatal de todas las operaciones en los salares. Mientras, en la arena política también saca ronchas.

La oposición mostró de inmediato sus reparos a la forma y fondo de la propuesta, lo que se grafica en la palabras del timonel de la UDI, Javier Macaya, que en entrevista con El Mercurio -este fin de semana- criticó que el presidente partió el día (jueves) con un discurso de reconocimiento al rol de los privados en Enade y en la noche, terminó anunciando una empresa estatal del litio. "No puedes dar en la mañana un discurso como Lagos si en la tarde tomas decisiones sobre el litio como Allende", apuntó.

Justamente, la creación de una empresa estatal es uno de los mayores puntos de discordia en el mundo político y, que podría poner en jaque la intención del Gobierno de avanzar en su creación, pues para ello debe pasar por el Congreso y contar con un quórum de 4/7 para su aprobación. La morfología actual de ambas cámaras hace prácticamente inviable la aspiración de La Moneda. De manera que este debate se suma -con pocas expectativas de avance en esta administración- a la búsqueda de acuerdos, etapa en la que también están las reformas de pensiones y tributaria.
Sí a la concesión, no a la empresa estatal

Una clara señal de lo que se viene en el Congreso para el Gobierno en esta materia, la dio el jefe de la bancada de diputados de la UDI e integrante de la Comisión de Hacienda de esta Corporación, Guillermo Ramírez. El diputado advirtió que el elegido por La Moneda es un camino incorrecto, lento, engorroso y no favorece la inversión, que impedirá a Chile aprovechar el boom del litio. Más derechamente, afirmó que el anuncio de Boric “nos hace pensar que nos estamos farreando el boom del litio que ya está a punto de terminar”. Y acusa al Gobierno de haber puesto más interés en asegurar el control estatal del recurso que de “explotarlo de manera rápida y eficiente” con un tratamiento similar al que se le ha dado a la explotación del cobre.

Pero no se queda sólo en la crítica, sino que expone lo que muy probablemente será la postura que asuma toda la oposición en esta materia, proponiendo “un cambio constitucional para que el litio sea concesible”. Aunque la postura de Ramírez no es especialmente novedosa, pues lo que propone es –como él mismo lo adelanta- la fórmula que se usa en el caso de la mimería metálica en nuestro país.

El también diputado UDI, Jorge Alessandri complementa los dichos de Ramírez, agregando que la actual fórmula de extracción del litio ha significado una “tremenda noticia para Chile”, entre otras cosas, porque le ha permitido al Estado una millonaria recaudación; lo que ha sido posible debido a que han sido los privados quienes han arriesgado el capital y financiado la tecnología. Por ello, invita al Gobierno a “un baño de realidad” y a dejar de lado la ideología.

Al senador Matías Walker (Demócratas), quien integra la bancada de Evópoli, el anuncio del Gobierno también le generan “más dudas que certezas”. Pero su preocupación es más concreta y tiene que ver con que echó de menos cifras de estimaciones acerca de cuál sería el mayor aporte al Fisco de la fórmula anunciada por el Ejecutivo. Junto con ello, desliza su preocupación en torno a que los privados hayan sido “relegados” a un segundo plano. Por lo que, entre otras cosas, adelanta que todas las dudas surgidas “tendrán que ser parte de la discusión de la creación de la Empresa Nacional del Litio en el Congreso”.

El matiz opositor

El matiz en la posición asumida por la derecha, lo puso el senador de RN, Rafael Prohens. Como representante de una zona minera en el Congreso dice que valora el anuncio de Boric, asegurando que “nos da tranquilidad”, ya que se trata “de una política pública que no podía esperar más”. Eso sí, destaca que sin el concurso de los privados en esta industria, no se habría notado la gran cantidad de recursos que el Estado puede recaudar para políticas sociales. Asimismo, coincide con sus predecesores en sus dudas respecto de si deberá ser Codelco el que lidere este desafío, no obstante, celebra que Corfo esté involucrado "porque tiene la expertise, y Enami puede hacer una gran labor, por sus características”.

Por su parte, el jefe de la bancada de diputados de RN, Frank Sauerbaum, se enfocó en la misma preocupación que sus compañeros de coalición gremialistas, en cuanto a que “la Política Nacional del Litio tiene que entregarle, necesariamente, un rol importante al sector privado, que ha mostrado eficiencia en la explotación, sin desconfianza”, dándole al Estado un rol fiscalizador con una participación menor.

“Debate importante”

En la otra vereda, junto con valorar el anuncio y destacar que este considera el compromiso del Gobierno de construir una alianza público-privada, el presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Ricardo Lagos Weber (PPD), adelanta el escenario de que esto es sólo el inicio y que se viene un “debate importante”, agregando que lo relevante es “ponernos de acuerdo para que esto sea una realidad en beneficio de todos los chilenos”.

En su mismo sector, el jefe de la bancada de diputados PPD e independientes, Cristián Tapia, hace hincapié en que con este anuncio “nos damos cuenta que el litio es de todos nosotros” y que para explotarlo es necesario hacer una alianza estratégica con el mundo privado, valorando su experiencia en el área, y destacando que a futuro es necesario fortalecerla. No obstante, manifiesta su preocupación en cuanto a que tanto Enami como Codelco sean los que estén a cargo de este desafío, pues –desde su punto de vista– para ello es necesario tener empresas “mucho más robustas”. "Espero que tengamos una Empresa Nacional del Litio que sea de todos los chilenos, que sea nacional, pero que tenga una similitud de administración de una empresa privada”, enfatiza.

Las palabras de Tapia dan cuenta de que la Política Nacional del Litio no sólo tendrá la resistencia de la oposición, sino que incluso desde el Socialismo Democrático no están disponibles para un cheque en blanco, ya que hay aspectos que son necesarios dilucidar, como la capacidad real de Estado para hacerse cargo de este desafío. Por otro lado, queda en evidencia que para este sector del oficialismo no deja de ser relevante la participación del mundo privado en este negocio, cuyas importantes ganancias se pueden dividir con el Estado, porque su experiencia es invaluable.

Tanto es así, que el senador socialista integrante de la Comisión de Minería de la Cámara Alta, Juan Luis Castro, hace especial hincapié en que la Empresa Nacional del Litio cuente con la colaboración privada, “porque son quienes hoy en el mundo tienen más experiencia, y en Chile también, en materia de explotación del litio”, asegura. Si bien no cabe duda –reflexiona- que el mineral no metálico es chileno y es posible que Codelco entre a tener una “colaboración complementaria” de aquí al 2030, fecha en que vencen algunos de los actuales contratos, dice que esta participación “no se puede imponer”.

Y coincide con los demás parlamentarios en que no se puede llegar tarde en esta materia, “porque hay una curva en el desarrollo productivo, donde Chile es el segundo mayor productor del mundo –tiene el 45% de las reservas- y no puede dejar pasar esta oportunidad”.

No a la concesión

De parte de quienes no hubo espacio para dudas ni matices fue de los jefes de la bancada de diputados socialistas Daniel Manouchehri ni para el de los diputados comunistas Boris Barrera. Este último, no sólo valoró la “muy buena noticia” del mandatario, destacando la creación de la Empresa Nacional del Litio, que “garantizara que las ganancias de este mineral queden en Chile, sean mejor distribuidas, que estén en favor del pueblo de Chile y no sólo en favor de las grandes empresas”; sino que, además, confrontó a la oposición y la propuesta de que el mineral se concesione: “La derecha, como siempre criticando, porque quieren mantener el modelo de siempre, la concesión. Que las mayores ganancias sean para las grandes empresas”, sentenció.

Manouchehri, por su parte, calificó como “histórico y visionario” el anuncio del presidente Gabriel Boric, explicando que da un paso adelante en la explotación del mineral no metálico y le entrega un rol preponderante al Estado con la creación de la Empresa Nacional del Litio.

Una vez más, todas estas posturas dejan en evidencia la visión de la derecha y las divisiones en la coalición oficialista, donde sus dos almas no logran encontrar su punto medio. En este escenario, no es difícil vaticinar que este será un debate que tomará largo tiempo, a pesar de que unos y otros coinciden en su urgencia.