El clima de los negocios en Uruguay sigue siendo favorable, según los empresarios
jueves, 9 de noviembre de 2023
El manejo de la inflación es una de las áreas mejor evaluadas dentro de la gestión de Lacalle Pou. El atraso cambiario y la competitividad están entre los aspectos señalados como más negativos
El Observador - Montevideo
Las expectativas de los empresarios uruguayos se mantienen en terreno positivo, aún dentro de un escenario donde en los últimos meses se afianzaron varias señales de una coyuntura menos favorable.
Esa es una de las principales conclusiones de la encuesta de expectativas empresariales que realiza la consultora Exante, y cuya última edición fue divulgada este miércoles. La encuesta abarcó la opinión de 330 gerentes y altos ejecutivos de empresas grandes y medianas que operan en el país; y fue realizada entre el 2 de octubre y el 31 de octubre.
85% de los ejecutivos consultados considera que el clima de negocios en Uruguay es “bueno” o “muy bueno”.
Entre los aspectos más positivos que contribuyen actualmente al clima de negocios sobresalen la seguridad jurídica y la estabilidad del país. Los empresarios también mencionaron las reglas claras, la baja inflación, la apertura económica y la estabilidad política y jurídica.
Y entre los aspectos más negativos mencionaron al atraso cambiario, los costos altos, la burocracia, los sindicatos, la conflictividad laboral, el tamaño de mercado y la situación de Argentina, entre las principales.
El trabajo al que accedió El Observador destaca que, aún dentro de la visión favorable sobre el clima de negocios, se han disipado las expectativas de mejoras adicionales del clima de inversiones.
Coyuntura económica
En esta nueva consulta semestral, volvieron a caer las respuestas positivas respecto al desempeño económico reciente y a la situación general de las empresas en el último año. De hecho, cerca de un 25% de los consultados considera que la situación económica es peor que hace un año atrás.
En tanto, las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), con un horizonte de tres o cuatro años volvieron a moderarse, y estás apenas por encima de 2% anual (cuando en 2021 y hasta comienzos de 2022 habían subido al eje de 3% anual).
Según Exante, ello es consistente con lo que señalan los indicadores macroeconómicos, con el giro hacia condiciones financieras más restrictivas en el contexto internacional, y con el hecho de que varios sectores siguen expuestos a severas dificultades de competitividad con la región.
Caída de la inflación y ajuste de expectativas
En Uruguay la inflación se ubica actualmente en el eje de 4%, y está dentro del rango meta fijado por las autoridades, de entre 3% y 6%. La fuerte caída de los últimos meses se ha reflejado en una mejora de las expectativas de inflación de los empresarios.
Según la encuesta, solo 6% de los encuestados espera que la inflación cierre 2024 por encima de 8%, y la mitad cree que se situará dentro del rango meta.
También cedieron las expectativas en un horizonte de tres o cuatro años, con un promedio esperado de inflación de 6,1%, que contrasta con registros sistemáticamente superiores a 7% en los años previos a la pandemia.
De todos modos, el trabajo advierte que las expectativas de inflación no están totalmente ancladas, ya que la mitad de los ejecutivos sigue esperando que la inflación exceda el rango meta en ese horizonte de mediano plazo.
Por otro lado, casi 40% de los consultados señaló que sus empresas no están incorporando menores ajustes nominales de precios y costos en sus presupuestos del año próximo. Eso da cuenta de que la inercia inflacionaria aún representa un desafío importante para la política económica, destacó Exante.
¿Qué se espera sobre el dólar?
La mayoría de los ejecutivos encuestados anticipa un tipo de cambio superior al valor actual ($ 39,9), aunque inferior al que estimaban en encuestas previas. De hecho, un tercio de los empresarios prevé un tipo de cambio por debajo de $41 en el plazo de un año.
Situación y perspectivas para las empresas
Pese a las señales de una coyuntura menos auspiciosa, los empresarios consultados preservan una visión relativamente positiva del desempeño que tendrán sus empresas durante el próximo año.
En ese sentido, cerca de la mitad espera un incremento de la producción y una mayor inversión, mientras que las respuestas negativas no superan 10% en ninguna de las dos dimensiones.
En ambos casos se trata de un panorama más optimista que el que prevalecía en los años previos a la pandemia, cuando la economía también se encontraba relativamente estancada (en ese entonces, las respuestas positivas se ubicaban entre 20% y 30%), explica Exante.
Además, la proporción de quienes esperan un aumento de la rentabilidad el próximo año se mantuvo en 35%. De todos modos, el saldo neto de respuestas “aumentará” –“disminuirá” sigue siendo positivo (23%).
Contratación de personal y salario real
Con respecto a la decisión de contratar personal, sigue predominando una visión cauta. Solo dos de cada 10 ejecutivos indican que esperan emplear más trabajadores el próximo año.
El salario real elevado (49%), figura como el principal elemento que, a juicio de los empresarios, condiciona el incremento del empleo. Le siguen el bajo volumen de negocios (46%), y la disponibilidad de tecnologías ahorradoras de mano de obra (40%), entre los más mencionados.
De todos modos, el saldo neto de respuestas “aumentará” vs. “disminuirá” en referencia al empleo en la propia empresa varió levemente y se mantiene positivo.
Principales desafíos
Seis de cada 10 respuestas marcaron que el principal desafío de sus empresas es la presión de costos. Ello resulta consistente con la situación de baja competitividad y escaso crecimiento que tiene la economía. Hay otros factores que también figuran en la lista, como la competencia creciente, la gestión de recursos humanos y escasez de demanda, marcado por al menos un tercio de los consultados.
¿Cómo evalúan la gestión de gobierno?
La evaluación de la gestión del gobierno de Luis Lacalle Pou sigue siendo “sumamente favorable”, según Exante. Un 79% la aprueba y solo 2% la desaprueba.
El balance es favorable en casi todas las áreas de gestión, pero en esta ocasión se destacó un aumento apreciable en los juicios positivos referidos al manejo de la inflación y, por el contrario, un deterioro del saldo neto de respuestas en lo relativo a la competitividad internacional que cayó al último puesto del ranking. El 33% la califica como “mala”.