Globoeconomía

El efecto Volkswagen mantendrá en vilo al mercado hasta 2016

Alexandra Ruiz Castillo

En los últimos seis meses la compañía perdió más de 45% de su valor accionario, y pasó de tener ganancias por US$3.285 millones en el tercer trimestre de 2014 a una pérdida de US$1.850 millones en el mismo periodo de este año, según informó la compañía esta semana, lo que representa la primera pérdida trimestral en al menos 15 años.   

Según los especialistas, la inquietud de los inversionistas frente al sector podría mantenerse hasta 2016. Tal como lo afirmó Luis Francisco Cuestas, experto en comercio internacional y negocios del Politécnico Grancolombiano. 

“Este es un sector muy importante para la economía, sobre todo para la europea, por lo que la compañía (Volkswagen) ya ha empezado a encontrar respaldo por parte de algunos gobiernos. Yo creo que el la inquietud en el mercado se dará hasta finales de año pero, lo más seguro es que en 2016 todo vuelva a la normalidad”, aseguró Cuestas.

Todo este embrollo como consecuencia del escálalo revelado hace unos meses por la Agencia Ambiental de Estados Unidos, cuando dio a conocer que el grupo automovilístico alemán había falseado las emisiones de gas de algunos de sus vehículos.

Ahora, Volkswagen comparecerá ante un juez español, el próximo 10 de noviembre, por las demandas interpuestas contra el Grupo. A la fecha, la compañía ha destinado cerca de US$7.400 millones para cubrir los costos de las manipulaciones que afectan a 11 millones de autos a nivel global. 

Otra de las consecuencias que se derivan de este escándalo, es el endurecimiento de los  controles y los posibles cambios en la regulación del sector en materia ambiental.

Los Gobiernos de los 28 estados miembros de la Unión Europea  ya acordaron las condiciones en las que se realizarán las nuevas pruebas de emisiones de gases contaminantes de los automóviles, que incluirán tests en condiciones reales de conducción. 

Si bien la nuevas regulaciones son estrictas, Bruselas acomodó las nuevas pruebas de emisión a las demandas de los países fabricantes,  estableciendo unos márgenes reducidos para que el sector cumpla los límites en plazos razonables. 

Si se aplican inmediatamente los controles propuestos,  podrían quedar obsoletos  al menos 10% de los modelos que circulan actualmente.