Euro se hunde al borde de la paridad con dólar, mientras tambalea la economía
miércoles, 6 de julio de 2022
Los inversionistas están cada vez más convencidos el euro romperá la paridad con el dólar por las amenazas de recesión mundial
Bloomberg
Únicamente un paso evita la paridad del euro con el dólar. La divisa comunitaria amplió ayer el desplome sufrido en la sesión del martes, cuando cayó a mínimos de 20 años.
Después de un inicio de sesión menos bajista, con el euro atascado en el umbral de los US$1,02, los nuevos ajustes de carteras han acabado por romper también este nivel. El resultado son nuevos mínimos del euro en US$1,01.
Esta caída eleva al 10% sus pérdidas acumuladas en lo que va de año. Pero sobre todo, abre de lleno las puertas a una posible paridad. El euro “podría caer hasta la paridad”, reconocen en un informe los analistas del broker de divisas Monex.
Las previsiones de un posible repunte del Banco Central Europeo de 50 puntos básicos en julio se debilitan con el paso de las jornadas, y desde el propio banco central se encargan de aplazar el aumento de 50 puntos a la reunión de septiembre. Su vicepresidente, Luis de Guindos, sugirió que la subida de septiembre “puede ser superior” a la de 0,25 puntos de julio.
Sin energía para el rebote
Salvo sorpresa, el diferencial de tasas entre Estados Unidos y la eurozona se incrementará en otros 50 puntos básicos este mes.
Aunque por encima incluso de la actualidad monetaria son la novedades energéticas las que están desencadenando las últimas oleadas bajistas en la cotización del euro.
La huelga de trabajadores en la industria del petróleo y el gas de Noruega redujo aún más el suministro energético a Europa, en riesgo máximo por el veto europeo a Rusia.
La dependencia energética de Europa salta al primer plano de la actualidad también en el mercado de divisas, de ahí el impacto de decisiones como la revisión al alza que ha anunciado Goldman Sachs en sus estimaciones sobre el precio del gas.
La firma estadounidense, una de las más influyentes en los mercados, elevó el margen de posibles subidas en el precio y ya no contempla que Europa recupere los niveles de suministro de gas de Rusia previos a la invasión.