La inflación de EE.UU. se mantiene firme por tercer mes en línea tras un alza de 0,3%

Una medida de la inflación subyacente de Estados Unidos se mantuvo firme en octubre, lo que subraya los riesgos constantes que enfrentan los funcionarios de la Reserva Federal al tratar de alcanzar su objetivo.

El llamado índice básico de precios al consumidor, que excluye los costos de alimentos y energía, aumentó 0,3% por tercer mes y 3,3% respecto al año anterior, mostraron el miércoles las cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales.

Los economistas consideran que el indicador básico es un mejor indicador de la tendencia inflacionaria que el IPC general. Ese indicador, que incluye alimentos y energía, aumentó 0,2% por cuarto mes y 2,6% respecto del año anterior, lo que marca la primera aceleración en términos anuales desde marzo. La BLS afirmó que la vivienda representó más de la mitad del avance mensual total.

Las cifras subrayan la naturaleza lenta y frustrante de la batalla contra la inflación, que a menudo se ha movido de forma lateral (a veces durante meses) en su trayectoria descendente.

Las últimas cifras, junto con el sólido gasto de consumo y el crecimiento económico, mantendrán a los funcionarios de la Fed cautelosos mientras debaten con qué rapidez reducirán los costos de los préstamos en los próximos meses.

El banco central estadounidense también tendrá que lidiar con un nuevo conjunto de políticas bajo el presidente electo Donald Trump, en las que las empresas ya están considerando aumentar los precios en previsión de los aranceles más altos que ha prometido sobre los bienes importados.

Después de que la Fed redujera las tasas de interés en un cuarto de punto la semana pasada, el presidente Jerome Powell dijo que la elección no tendrá "efectos" en sus decisiones en el corto plazo porque es demasiado pronto para saber el momento o la esencia de cualquier posible cambio en la política fiscal.

Los futuros de las acciones estadounidenses subieron mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro y el dólar cayeron.

Algunas medidas de expectativas de inflación también siguen algo elevadas entre los consumidores y las empresas, una señal potencialmente preocupante después de años de fuertes presiones sobre los precios.

Los precios de los autos usados ​​aumentaron 2,7%, el mayor aumento en más de un año, y las tarifas de los hoteles subieron 0,4%, posiblemente reflejando los daños y las órdenes de evacuación por los huracanes Helene y Milton.

Las tarifas aéreas siguieron aumentando y el seguro de salud aumentó 0,5%, ya que la BLS actualizó los datos de origen sobre las primas. El seguro de vehículos de motor cayó ligeramente.

Los precios de la vivienda, la categoría más importante dentro de los servicios, aumentaron 0,4%, lo que marca una aceleración respecto del mes anterior. El alquiler equivalente de los propietarios —un subconjunto de la vivienda y el mayor componente individual del IPC— aumentó en la misma cantidad.

Sin contar la vivienda y la energía, los precios de los servicios aumentaron 0,3%, menos que en septiembre, según los cálculos de Bloomberg. Si bien los banqueros centrales han subrayado la importancia de tener en cuenta esa métrica al evaluar la trayectoria general de la inflación, la calculan en base a un índice separado.

Esa medida —conocida como índice de precios de los gastos de consumo personal— no le da tanta importancia a la vivienda como el IPC, lo que es una de las razones por las que tiende a acercarse al objetivo de 2% de la Reserva Federal.

Mientras tanto, los precios de los bienes, excluidos los alimentos y la energía, aumentaron por segundo mes. Habían caído de manera constante durante gran parte del año pasado. Sin embargo, excluyendo los autos usados, los precios de los bienes básicos cayeron 0,2%, lo que marca la mayor caída en 2024.

El indicador PCE se basa en el IPC y en ciertas categorías del índice de precios al productor, que se dará a conocer el jueves. Varios de los ítems del IPC que registraron fuertes avances, como los seguros de salud y las tarifas aéreas, no se reflejarán en el PCE, lo que debería ayudar a mantener ese indicador relativamente moderado cuando se publiquen los datos a finales de este mes.

Las autoridades también prestan mucha atención al crecimiento de los salarios, ya que puede ayudar a determinar las expectativas sobre el gasto de los consumidores, el principal motor de la economía.

Un informe separado publicado el miércoles que combina las cifras de inflación con los datos salariales recientes mostró que los ingresos reales crecieron 1,4% respecto del año anterior, lo mismo que en septiembre.

Para muchos estadounidenses, el crecimiento de los salarios no ha seguido el ritmo de la inflación en los últimos años, y la frustración por la economía fue un factor importante en la decisiva victoria electoral de Trump.

En una encuesta de salida de ABC News, 45% de los ciudadanos dijo que su situación ha empeorado con la actual administración, un récord que supera incluso los niveles de la crisis financiera de 2008.