Nobel de Economía recae en Ben Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig
lunes, 10 de octubre de 2022
La Real Academia Sueca de Ciencias ha decidido otorgarles el Premio Nobel de Ciencias Económicas 2022 por su investigación sobre bancos y crisis financieras y el papel clave que juegan las insituciones financieras en las recesiones económicas
Expansión - Madrid
Los laureados de este año en ciencias económicas, Ben Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig, "han mejorado significativamente nuestra comprensión del papel de los bancos en la economía, particularmente durante las crisis financieras, así como la forma de regular los mercados financieros y gestionar las crisis financieras", señala la institución.
Douglas Diamond, Philip Dybvig y el antiguo banquero central compartirán el premio de 10 millones de coronas (US$885.000), anunció la Real Academia Sueca de Ciencias en Estocolmo el lunes.
Los laureados merecen tal galardón, apunta la Academia Sueca, por sus contribución para reducir el riesgo de que las crisis financieras se conviertan en depresiones a largo plazo con graves consecuencias para la sociedad.
Ben Bernanke fue jefe de la Reserva Federal de Estados Unidos durante el Comité Mixto de Economía sobre el plan de ayuda económica con la que la administración Bush presionó al Congreso para destinar US$700.000 millones al plan para rescatar las instituciones financieras.
Al honrar a Bernanke, el comité del premio ha dado un paso inusual al agregar a su panteón a un practicante real de la política económica. Por el contrario, muchos ganadores anteriores se han mantenido firmemente arraigados en el mundo académico.
Eso está ilustrado por la extensa lista de áreas de investigación celebradas en la última década. Van desde la integración del cambio climático y las innovaciones tecnológicas en la economía en 2018, hasta estudios sobre la pobreza global y la teoría de las subastas en años sucesivos.
Bernanke analizó la Gran Depresión de los años 30, la peor crisis económica de la historia moderna, y demostró como las quiebras bancarias fueron un factor decisivo para que la crisis de la Bolsa ahondase en la sociedad y se prolongara. Usando fuentes históricas y métodos estadísticos, los análisis de Bernanke mostraron qué factores contribuyeron de manera decisiva para hacer caer el PIB, siendo las quiebras bancarias los más decisivos para prolongar la recesión económica.
El exjefe de la Fed, que fue pionero en el uso de políticas monetarias no convencionales, en particular implementando compras de activos a gran escala, como presidente de 2006 a 2014, ahora está en la Institución Brookings en Washington. Diamond está en la Universidad de Chicago, mientras que Dybvig está en la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri.
Douglas Diamond y Philip Dybvig, por su parte, desarrollaron modelos teóricos que explican por qué existen los bancos, en qué medida los rumores sobre un inminente colapso bancario puede hacerles vulnerables y cómo puede la sociedad contribuir a que esto no ocurra.
Presentaron una fórmula que funcionó contra esta "vulnerabilidad bancaria": los depósitos garantizados. "Cuando los ahorradores saben que el Estado ha garantizado su dinero, ya no necesitan salir corriendo al banco tan pronto como sea posible cuando empiezan a difundirse rumores sobre una posible quiebra bancaria".
Diamond también ha puesto de manifiesto hasta qué punto los bancos desempeñan una importante función social; "como intermediarios entre ahorradores y los prestatarios, los bancos están mejor preparados para evaluar la solvencia de los prestatarios y garantizar que los préstamos se destinen a realizar buenas inversiones".
Diamond, el único de los tres que pudo comunicarse con el comité de premios, dijo a los periodistas por teléfono que, como a la mayoría de los ganadores, la noticia lo tomó por sorpresa mientras dormía. Continuó explicando lo que mostró su investigación sobre las turbulencias financieras y cómo evitarlas.
Las crisis ocurren “cuando la gente comienza a perder la fe en la estabilidad del sistema”, dijo. “El mejor consejo es estar preparado para asegurarse de que su parte del sector bancario se perciba como saludable y se mantenga saludable, y responda de manera mesurada y transparente a los cambios en la política monetaria”.
Agregó que el mundo está “ciertamente mucho mejor preparado” para cualquier nueva crisis que en 2008. “Desde entonces, tanto los recuerdos recientes de esa crisis como las mejoras de las políticas regulatorias en todo el mundo han dejado al sistema mucho menos vulnerable”.