Hacienda

El problema no es solucionar la desigualdad, sino la pobreza defiende McCloskey

Deirdre Mccloskey

Aboga por la mínima intervención del gobierno en la economía

Carlos Gustavo Rodríguez Salcedo

Economista de Harvard, editora de siete libros, autora de otros 17 y de 360 artículos sobre teoría económica, feminismo, filosofía, ética y derecho, entre otros. Esta es parte de la extensa hoja de vida de Deirdre N. McCloskey, profesora emérita de la Universidad de Illinois en Chicago y una de las economistas de moda gracias a sus teorías sobre el liberalismo y la defensa del libre mercado. Incluso, algunos la catalogan como una seria candidata para obtener un Premio Nobel de Economía.

“Soy literaria, cuantitativa, posmoderna, de libre mercado, episcopalista progresista, una mujer del medio oeste de Boston que alguna vez fue un hombre. ¡No soy ‘conservadora’! Soy una libertaria cristiana”, es la descripción que hace de sí misma.

Sus ideas giran en torno a la defensa del capitalismo, que ella misma define como el ‘trade-tested betterment’, y la mínima intervención del gobierno en la economía.

Sus posturas no solo han quedado plasmadas en los libros que ha escrito, sino también en las conferencias que ha dictado a lo largo del mundo, en países como Colombia, y en artículos y entrevistas que se han publicado en medios como el Wall Street Journal.

Una de esas charlas fue la que le dio a Axel Kaiser, columnista de periódico financiero Diario Financiero y del portal El Líbero, en donde defendió el argumento que el punto de las discusiones no debería ser la desigualdad con los más ricos, sino que debería centrarse en la pobreza. “Deberíamos estar preocupados en el problema real que es la gente pobre y la mejor manera de ayudarlos a salir de la pobreza no es la redistribución, que no ayuda mucho”, aseguró en una entrevista que le dio a El Líbero en 2016.

En la charla quedó claro que es una defensora del capitalismo y de la idea de que es mucho mejor que la gente trabaje pensando en una utilidad financiera que guiada por un control del gobierno de turno. “Lo que más ha ayudado, basado en los estudios que he hecho en la historia de la humanidad, es el capitalismo. Es la mejor manera de dejar que la economía trabaje, de dejar que las personas innoven”, dijo la economista.

Desde su perspectiva, la mayoría de personas que son ricas, han logrado serlo al ofrecer buenos servicios a gente ordinaria. Uno de los ejemplos que pone es Bill Gates, cofundador de Microsoft y quien ahora preside su fundación liderando actividades benéficas. No obstante, su postura no es una defensa a los ricos. En la conversación con Kaiser explicó que quiere “que los gobiernos protejan la propiedad privada y los contratos pactados libremente y si alguien se ha hecho rico no quiero que sea expropiado injustamente. Básicamente quiero que el gobierno se quede afuera de la economía, no que defienda a los ricos”.

Desde su perspectiva, “lo que hay que hacer para ayudar a los pobres es crear más trabajos (...) el problema con la aristocracia y todo el viejo sistema es que precisamente estancó la innovación, el problema del socialismo moderno es que paró las innovaciones”. Por esto, acuña el término de ‘trade-tested betterment’ (mejoramiento a través del comercio) o simplemente innovación o ‘innovismo’.

McCloskey defiende que precisamente es esto lo que hace ricos a los pobres y no intervenciones del gobierno como impuestos o regulaciones asimétricas. Asegura que si alguien realmente cree que una intervención estatal va ayudar a reducir la pobreza hay que voltear a mirar los casos recientes de Argentina y Venezuela. En su último libro, Igualdad burguesa, publicado hace dos años por la Universidad de Chicago Press, explica la manera en la que fueron las ideas, y no la acumulación de capital, la que ha ayudado a enriquecer sostenidamente al mundo desde 1800.

Los libros que ha escrito

La igualdad burguesa
La tercera entrega de la trilogía de la era de la burguesía de McCloskey, publicada en 2016, detalla que la manera de generar riquezas no provino exclusivamente del capital inicial del que crece una fortuna, sino que las ideas ligadas al liberalismo formaron parte esencial de un proceso de impulso al mejoramiento comercial y la innovación del mercado.

Dignidad burguesa
La segunda entrega de la era de la burguesía, publicada en 2010, se enfocó en demostrar que la renovada dignidad y las libertades otorgadas a la clase media impulsaron la renovación económica y el enriquecimiento.

La importancia estadística
Esta obra, publicada en 2008, detalla la importancia de las matemáticas y la estadística para dotar a los efectos económicos más importantes del mundo de significación y un contexto claro y puntual.

Las virtudes burguesas
La primera entrega de la era de la burguesía, publicada en 2006, refleja el valor del capitalismo y la economía de mercado como producto de la “ética de las virtudes”, que nos permite adaptarnos a un mundo burgués.

Los pecados de la economía
Para este texto, publicado en 2002, McCloskey detalla que hay dos pecados implícitos en los hábitos de la economía: el uso de teoremas de existencia y el uso de significación estadística. Ninguno tiene sentido.

Cómo ser humano
La “ciencia deprimente” que conocemos como economía es analizada por McCloskey en este texto del 2000, a través de diferentes consejos de modelos antiguos para que “cualquiera aprenda de economía”.

Los vicios del economista
En 1997, McCloskey utilizó esta obra para reflejar tres vicios en los que han caído los economistas en los últimos años: malas estadísticas, mala teoría y malas aplicaciones de las estadísticas en asuntos públicos.

Conocimiento y persuasión
Para 1994, McCloskey sostenía que el conocimiento es persuasión dentro de la economía, pues al ser considerada una ciencia humana, posee componentes tanto matemáticos como literarios en su análisis.

Si eres tan inteligente...
Este libro de 1990 ahonda en la narrativa de la experiencia económica, factor ligado a la condición de imprevisibilidad del ser humano, la cual otorga un “grado de dificultad interesante” a la hora de amasar una fortuna.

TEMAS


Deirdre McCloskey - Thomas Piketty - El Capital del Siglo XXI - Impuestos - pobreza - desigualdad