El propietario sueco SBB obtiene la segunda calificación 'basura' en medio de la crisis
sábado, 27 de mayo de 2023
Sin la opción de refinanciar su deuda en el mercado de bonos, SBB se enfrenta a una lista cada vez más estrecha de opciones
Bloomberg
La presión está aumentando sobre el propietario en el centro de la crisis inmobiliaria de Suecia después de que la calificación crediticia de la empresa fuera degradada a basura por segunda vez.
SBB, como se conoce más comúnmente a Samhallsbyggnadsbolaget i Norden AB, ya ha sufrido un mes tumultuoso después de perder su calificación de grado de inversión de S&P Global Ratings el 8 de mayo. El recorte provocó una fuerte liquidación de las acciones y llevó a la compañía a posponer su dividendo y descartando una emisión de derechos de emergencia.
Ahora Fitch Ratings ha hecho un movimiento similar, bajando la calificación del arrendador un nivel, a BB+. La agencia de calificación citó el alto apalancamiento de la deuda y los "próximos vencimientos de bonos importantes en 2023 y 2024" como algunos de los motivos de su decisión, publicada después del cierre del mercado el viernes.
Es probable que la decisión exacerbe la presión de venta sobre los bonos de SBB en un momento en que la empresa necesita urgentemente abordar una deuda de US$8.000 millones para recuperar la confianza de los inversionistas. Con los rendimientos de sus bonos y, por lo tanto, los costos de endeudamiento, subiendo a niveles cada vez más inasequibles, los mercados de capital prácticamente se han cerrado para la empresa con sede en Estocolmo.
La expulsión de SBB de los índices de grado de inversión añadirá más presión. Si bien la deuda de la compañía ya se cotiza a niveles muy afectados, los bonos ya no serán elegibles para muchos fondos, lo que obligará a algunos inversionistas a presionar el botón de venta.
Sin la opción de refinanciar su deuda en el mercado de bonos, SBB se enfrenta a una lista cada vez más estrecha de opciones: puede intentar obtener capital a niveles muy reducidos; vender propiedades a precios de liquidación y poner en riesgo las valoraciones; o vender una participación en la empresa a un inversor externo.
Los esfuerzos de la compañía para vender activos y controlar su deuda no han ido lo suficientemente lejos, según Fitch. El dividendo pospuesto "brindará un impulso temporal de liquidez, pero no conducirá a un desapalancamiento sostenido", dijo Fitch al colocar la nueva calificación en perspectiva negativa.
Además, las "limitaciones financieras actuales de SBB se derivan de recibir formas de pagos diferidos por los activos transferidos del grupo, en lugar de ingresos en efectivo inmediatos para el desapalancamiento", dijo.
Esa incertidumbre sigue pesando sobre el precio de las acciones, que ha bajado más de 90% desde un máximo a finales de 2021. El viernes, las acciones cerraron a 4,9 coronas suecas (US$0,45) por acción, su nivel más bajo en casi seis años.