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El riesgo de recesión en Alemania aumenta después de una contracción sorpresiva

Analistas prevén que la economía se estabilice en la primavera y comience a expandirse nuevamente a mitades de 2023

Bloomberg

La economía de Alemania se contrajo un 0,2% a fines del año pasado, un resultado peor que el señalado anteriormente y que hace que, después de todo, sea más probable una recesión debido al aumento de las facturas de energía.

Las cifras del lunes de la oficina de estadísticas contrastan con una estimación de este mes de que la producción se estancó en el cuarto trimestre. También significan que una contracción en el período hasta marzo aún produciría una recesión en la economía más grande de la zona del euro.

Los precios mayoristas de la materia prima han caído desde máximos históricos, alimentando las esperanzas de que la inflación se enfríe antes de lo que se pensaba.

La demanda se ve lastrada a medida que los precios crecientes continúan filtrándose a los consumidores. Esa tendencia también fue visible en Suecia, cuya economía se contrajo inesperadamente en el cuarto trimestre, según mostraron datos separados el lunes.

“Esperamos más de lo mismo para principios de 2023, es decir, una disminución modesta del PIB real que refleja principalmente un menor consumo”, dijo Salomon Fiedler, economista de Berenberg. “Tras la leve recesión del invierno, es probable que la economía se estabilice en la primavera y comience a expandirse significativamente nuevamente a mediados de 2023”.

Hubo buenas noticias en otros lugares. Bélgica logró un crecimiento del 0,1 % y Letonia creció un 0,3 %, mientras que la confianza económica de la zona del euro aumentó por tercer mes en enero, alcanzando el nivel más alto desde junio.

Pero el sector manufacturero de gran tamaño de Alemania, aunque respaldado por una gran acumulación de pedidos pendientes y una disminución de los cuellos de botella en el suministro, está viendo caer los pedidos.

El gobierno de Berlín pronosticó la semana pasada un crecimiento del 0,2% para 2023, en comparación con una predicción anterior de una contracción del 0,4%. El ministro de Economía, Robert Habeck, todavía advirtió sobre una posible recesión y que la crisis que Rusia desató con su invasión de Ucrania no ha terminado.

El panorama sigue siendo incierto. La inflación podría resultar obstinada en medio de las crecientes demandas de salarios más altos. Los trabajadores postales se declararon en huelga para presionar por un aumento salarial del 15%, y los empleados del sector público también buscan un aumento de dos dígitos.

El Banco Central Europeo está decidido a hacer frente al aumento de los precios con una política monetaria restrictiva. Está previsto que aumente las tasas de interés en otros 50 puntos básicos esta semana, lo que se suma a lo que ya es la campaña de ajuste más agresiva de su historia. El impacto total de esas medidas aún no se ha sentido.

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