El superávit comercial de China supera US$1 billón tras repunte de las exportaciones

El superávit comercial anual de China superó el billón de dólares por primera vez a pesar de una caída cada vez más profunda de los envíos a Estados Unidos, lo que corre el riesgo de una reacción negativa de los mercados inundados de bienes procedentes del mayor país manufacturero del mundo.

Las exportaciones volvieron a crecer en noviembre tras una caída inesperada el mes anterior, aumentando un 5,9% interanual y superando con creces el aumento del 1,9% en las importaciones, según datos publicados el lunes por la Administración General de Aduanas de China. El superávit de noviembre ascendió a US$112.000 millones, el tercero más grande acumulado por China en un solo mes y muy superior a lo previsto por los economistas.

Mientras China sorteaba la guerra comercial y el creciente proteccionismo económico en todo el mundo, el país acumuló un superávit de US$1,1 billones, necesitando solo 11 meses para catapultarlo más allá de un récord anual establecido en 2024. Si bien los envíos a los EE. UU. se desplomaron un 29% en noviembre (el octavo mes con descensos de dos dígitos y el mayor desde agosto), el fuerte crecimiento de las ventas a regiones como la Unión Europea y África compensó con creces la caída.

La demostración de dominio exportador está generando oleadas de resentimiento en el extranjero. El presidente francés, Emmanuel Macron, quien visitó China la semana pasada, advirtió que la UE podría tomar medidas drásticas , incluyendo la imposición de aranceles, si Pekín no aborda el desequilibrio.

"Si la UE efectivamente sigue el ejemplo con los aranceles, representaría un riesgo significativo para las perspectivas de la demanda externa de China", dijo Lynn Song, economista jefe para la Gran China en ING Bank NV.

El hito alcanzado por China se produce tras la reciente distensión con la administración Trump. El enorme superávit también pone de relieve las dificultades que enfrenta Pekín para reequilibrar su economía y reducir su dependencia de la demanda externa, ya que las exportaciones netas representan casi un tercio del crecimiento económico este año.

“Parece que la competitividad exportadora de China se mantiene firme frente a los aranceles estadounidenses”, afirmó Michelle Lam, economista para la Gran China de Société Générale SA, refiriéndose a los sólidos envíos a otros mercados además de Estados Unidos. El aumento de las tensiones comerciales con la UE es “una fuente de riesgo a la baja a la que hay que prestar atención”, añadió.

El lunes, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Johann Wadephul, llegó a China para un viaje de dos días, convirtiéndose en el último alto funcionario europeo en visitarla para mantener conversaciones. Las exportaciones chinas a la UE crecieron casi un 15% el mes pasado, el ritmo más rápido desde julio de 2022, con ventas a Francia, Alemania e Italia que registraron crecimientos de dos dígitos.

Wadephul declaró antes del viaje que aumentaría las restricciones comerciales, especialmente en tierras raras, y el exceso de capacidad en vehículos eléctricos y acero con sus homólogos chinos. Las importaciones de automóviles de China han disminuido casi un 39% en lo que va de año.

Los envíos al exterior han experimentado un auge durante gran parte de este año, a pesar del lanzamiento de una guerra comercial por parte del presidente estadounidense Donald Trump a principios de 2025. La segunda economía más grande del mundo ha salido prácticamente ilesa del enfrentamiento, ya que envió más bienes a mercados distintos al de Estados Unidos.

El aumento interanual de las exportaciones de productos electrónicos y maquinaria repuntó hasta casi el 10% el mes pasado, frente al aumento de poco más del 1% de octubre, según cálculos de Bloomberg basados ​​en datos aduaneros de China. Las disminuciones en los envíos de bienes de consumo se redujeron.

Las exportaciones a África aumentaron casi un 28% en noviembre, mientras que las dirigidas al bloque comercial del Sudeste Asiático aumentaron solo un 8,4%, el menor nivel desde febrero. A pesar de la escalada de tensiones en torno a la isla autónoma de Taiwán, las importaciones procedentes de Japón aumentaron más rápidamente en noviembre que las exportaciones a ese país, lo que resultó en un déficit de US$1.300 millones para China.

Lo que dice Bloomberg Economics

El crecimiento de las exportaciones de noviembre, superior al previsto, demuestra la resiliencia y la competitividad de los exportadores chinos, pero no deben pasarse por alto los obstáculos. Las exportaciones, un importante motor de crecimiento en el pasado, se enfrentan ahora a una incertidumbre persistente, y su apoyo a la economía podría seguir debilitándose.

El superávit comercial histórico impulsará el crecimiento del producto interno bruto tras meses de deterioro económico. Las ventas minoristas vienen de su racha más larga de desaceleración desde 2021, mientras que la inversión acaba de contraerse en una cifra récord.

Aunque la economía china se está expandiendo a un ritmo más lento en el último trimestre del año, su sólido desempeño a principios de 2025 significa que el objetivo oficial de crecimiento de alrededor del 5% probablemente esté a nuestro alcance.

La demanda externa ha sido el único motor constante del crecimiento chino, ayudando a compensar el deslucido consumo privado en el país y la prolongada caída del mercado inmobiliario.

Si bien es “en última instancia esencial” que China adopte un modelo de crecimiento impulsado más por la demanda interna, ese cambio llevará tiempo, según Song de ING.

“Necesitamos ver qué tipo de medidas concretas se implementan para impulsar el consumo interno y cómo se concretan esas medidas para aumentar la cooperación mutuamente beneficiosa y establecer centros de consumo internacionales”, afirmó. “Está bastante claro en este momento que depender de la demanda externa como principal motor de crecimiento es una apuesta arriesgada”.