Globoeconomía

El TPP y Colombia

Carlos Ronderos

Somos el único país de la Alianza del Pacífico que no participaba en este gran acuerdo y el resultado de ello es que quedábamos en desventaja frente a los socios de este acuerdo regional.

Todo cambió. El presidente Trump, mediante una orden ejecutiva, decretó la muerte del TPP, lo que resulta en un golpe mortal para el comercio de los Estados Unidos en esa región del mundo y un alivio para Colombia que, como hemos dicho, había quedado por fuera. Es de esas victorias pírricas ya que no ganamos mercados ni tenemos mayores posibilidades de hacerlo sino que simplemente no perderemos oportunidades que podrían haberse abierto.

La decisión del presidente de los EE.UU., sin lugar a dudas, tendrá consecuencia en la geopolítica económica mundial. Los demás socios del TPP, los cuales en su gran mayoría tienen los mayores flujos de comercio en la cuenca del pacífico, buscarán mantener un acuerdo multilateral entre ellos y así ya lo han manifestado los ministros de Australia y Nueva Zelanda.

Faltará el socio “grande” que hacía de este tratado un acuerdo único, pero ese “socio grande” ya apareció con la clara manifestación de China de participar en un nuevo acuerdo. 

Es que el TPP tenía una perspectiva económica de ganar espacios para los EE.UU. en el mercado asiático, pero una segunda geopolítica, que buscaba recuperar los espacios que China, ha venido ganando en esa parte del mundo.

Mediante lo que se conoce como “Factory Asia”, que no es otra cosa que los encadenamientos productivos de la región, China se ha venido convirtiendo en un jugador en un escenario en el cual EE.UU. es cada vez menos importante.

Desde la perspectiva geopolítica, EE.UU. ha cedido un espacio a su gran rival, después de siete años de esfuerzo por alinear a los jugadores asiáticos y a aquellos del pacífico americano.

No pienso que la política aislacionista de los EE.UU. dé al traste con el proceso de globalización en el cual de manera creciente los países han encontrado un espacio para el crecimiento económico, sino que este proceso proseguirá en un proceso en el cual el único perjudicado será el mismo EE.UU. 

Siendo esto así, Colombia no está fuera de la zona de peligro en la cual lo puso el TPP. Hemos sido un país cerrado al pacífico y todo nuestro esfuerzo hacía esa parte del mundo se ha reducido a un tratado de libre comercio con Corea que costó sangre, sudor y lágrimas y, en la coyuntura que se avecina de realinderamiento, Colombia debe buscar su espacio, de lo contrario tendrá que buscar la expansión de su comercio en el atlántico que está representado por la economía norteamericana cada vez más cerrada y la economía europea que no logra salir de su crisis.

Frente al tatequieto que los EE.UU. le ha puesto al TPP, los retos de Colombia siguen siendo idénticos: diversificar mercados en los cuales exista una demanda importante por productos agrícolas y que de manera creciente esté invirtiendo en el resto del mundo, y ese mundo para Colombia solo existe en el pacífico. Se nos pasó la primera oportunidad con el TPP, espero que no dejemos pasar la segunda.