En Colombia, Costa Rica y Corea los migrantes tienden a trabajar jornadas más largas
jueves, 15 de junio de 2023
El más reciente informe de la Ocde evidenció que los inmigrantes se enfrentan a desafíos para alcanzar condiciones de vida estándar, como ingresos familiares más bajos
Lilian Mariño Espinosa
La Ocde reveló en su más reciente informe de indicadores de integración de la población migrante para 2023 que pese a que en la última década se han evidenciado mejoras en la calidad de vida de esta población, aún hay retos persistentes, especialmente en el mercado laboral y problemas para alcanzar condiciones de vida estándar.
Esta situación estarían afectando a un alto número de personas dentro de la población analizada. Según el informe, en la Unión Europea y la Ocde el número de migrantes llega a 54 y 141 millones, respectivamente en cada zona, lo que supone un aumento del 20% en cada uno de ellos en la última década. Y en general, las tasas de desempleo son más altas para las personas nacidas en el extranjero en cuatro de cada cinco países.
Entre los hallazgos del mercado laboral se evidencia que en tres quintas partes de los países de la Ocde y la Unión Europea, los nacidos en el país tienen más probabilidades que los inmigrantes de trabajar largas horas, especialmente en Europa, situación que no ocurre en la región, donde se evidencia que la probabilidad de trabajar largas horas en países como Colombia, Costa Rica y Corea es de las más altas.
La situación cambia cuando se evalúa la situación por nivel educativo, pues "los inmigrantes con un alto nivel educativo tienen más probabilidades de trabajar largas horas, más que sus pares nativos en la mayoría de los países, mientras que ocurre lo contrario con los migrantes con bajo nivel educativo".
El estudio explica que estas personas se ven más afectados por el desempleo y muchos inmigrantes con altos niveles de estudios temen la exclusión del mercado laboral.
Un punto crítico es que los inmigrantes no estarían en su mayoría accediendo a empleos calificados y en la mayoría de los países, tienen más probabilidades de trabajar en labores poco calificadas, por lo que suelen experimentar inseguridad laboral y tener ingresos más bajos que los nacidos en el país en la mayoría de los países.
Esto también influye en la calidad de vida, pues pese a que las opiniones de los nativos sobre la migración se han vuelto más favorables, hay aspectos que no mejoran como ingresos familiares más bajos, condiciones de vivienda más deficientes y un acceso limitado a la atención médica.
Esto, según la Ocde, se ha visto en países como Colombia, que es una de las naciones con mayores disparidades en "hacinamiento de viviendas entre inmigrantes y personas nacidas en el país. Más de una sexta parte de los inmigrantes en Colombia viven en viviendas superpobladas, 70% más que las de los nativos de la UE. Además, el ingreso familiar promedio de los inmigrantes en Colombia es inferior al 86% del de los nacidos en el país".