En Venezuela, 60% de los pagos en locales comerciales se están haciendo en dólares
lunes, 31 de enero de 2022
La mitad de los depósitos de la banca son del billete verde. y el efectivo que circula del dólar es cinco veces más que en bolívares
La dolarización fue tomando lugar en Venezuela de manera orgánica y espontánea, como una solución a los profundos problemas económicos que ha sufrido el país, con un extenso periodo de hiperinflación como principal consecuencia.
De acuerdo con el economista venezolano y director de la consultora Ecoanalitica, Asdrúbal Oliveros, la dolarización en el país se ha visto en cierta medida como una ayuda para dar certidumbre a los negocios, a los mercados y a que algunos segmentos de la población mejoren su poder adquisitivo, además de una reducción de la tasa de inflación.
Explica que lo que se está dando en Venezuela es un esquema multimoneda, donde el dólar prevalece, pero también lo hace el peso colombiano en las zonas de frontera. Mientras que el Estado va a seguir manteniendo el bolívar como moneda oficial.
Oliveros explica que el universo de transacciones en las principales ciudades del país se realiza mayoritariamente en dólares, con más de 60% de los pagos en los establecimientos comerciales. Las operaciones se llevan a cabo en su mayoría en efectivo, pero también se hacen a través de medios electrónicos.
“El bolívar cada vez pierde más relevancia. Incluso, los depósitos de la banca, ya cerca de la mitad, son en dólares y el circulante de dinero en efectivo en Venezuela en dólares es cinco veces más que en bolívares”, señala Asdrúbal Oliveros.
A pesar de que el dólar se ha convertido en la moneda fuerte en Venezuela de manera informal, el economista venezolano dice que es poco probable que el Gobierno de Nicolás Maduro asuma el dólar como moneda oficial formalmente, como ha ocurrido en otros países.
Sin embargo, enfatiza en que el banco central venezolano ya ha adoptado una política de permitir el dólar en el país, debido a la enorme pérdida de la confianza que ha tenido el bolívar, además de que sería un proceso muy difícil de revertir.
“Más bien debería profundizarse, avanzarse en el mismo. Especialmente para optimizar las transacciones, porque hay muchas fricciones transaccionales por la falta de efectivo en dólares, que pudiera solventarse si se avanzara más en esquemas financieros o mejoras en los medios de pagos, que es lo que falta en Venezuela”, asegura Oliveros.
Sin embargo, Theodore Kahn, experto de Control Risks, no cree que la dolarización venezolana se pueda presentar como una solución a largo plazo, extrapolable a otros casos.
Kahn explica que “la razón principal es que precisamente por ser una política informal, no existe un marco jurídico para el uso de dólares que dé garantías a los actores económicos. El gobierno podría volver a restringir transacciones en dólares en cualquier momento, generando graves afectaciones a las empresas. Además, el éxito (limitado) de esta política depende de la capacidad de la economía de seguir generando divisas, lo cual en el caso venezolano es precaria dada su alta dependencia de las exportaciones petroleras y la continuación de sanciones internacionales”. Aunque otros países suramericanos como Panamá, Ecuador y El Salvador han adoptado el dólar de manera oficial, muchos economistas opinan que esta no es la solución a los problemas económicos y la inflación.
Juan David Ballén, jefe de Investigación Económica de Casa de Bolsa del Grupo Aval, dice que al dolarizar la economía, se pierde la independencia del banco central e imposibilita realizar política monetaria contracíclica, por lo que una eventual dolarización en un país como Colombia sería una desventaja.
“Las transacciones en dólares dentro de nuestro país no son tan comunes como en otros países de la región, debido a que somos más vulnerables a que se pueda presentar lavado de dinero. Dolarizar la economía no es una solución a los problemas de nuestro país. El problema no es el dólar, es problema es nuestra baja productividad; dolarizar la economía no nos hará más productivos”, señala Ballén.
Esta misma opinión la tiene el analista de Control Risk Theodore Kahn: “a los países de la región con instituciones monetarias sólidas (que incluye por supuesto a Colombia y la gran mayoría de las economías grandes), no les conviene la dolarización. Si bien la depreciación de las monedas genera ciertos costos, sería mucho más costoso ceder la autonomía sobre la política monetaria, que sería una consecuencia de la dolarización”.
Agrega que “en general, los países han adoptado el dólar en respuesta a graves crisis como Ecuador o en contextos geopolíticos muy específicos, como los casos de Panamá y El Salvador. No veo este escenario hoy en día en la región”.
Panamá, la primera dolarización de la región
La dolarización de Panamá se dio desde que es Estado independiente en 1903, debido a su estrecha relación histórica con EE.UU., que facilitó su independencia de Colombia y patrocinó la construcción del canal para conectar los océanos Atlántico y Pacífico, vital para el comercio internacional. Según recopila el medio de análisis internacional EOM, Estados Unidos también se aseguró un estrecho vínculo económico con el nuevo Estado, y en 1904 Panamá adoptó el dólar como moneda oficial junto al balboa, su moneda nacional.