Encuestadores temen encontrar sorpresas en los comicios presidenciales de Argentina
miércoles, 12 de julio de 2023
Alberto Fernández, logró 47,8% de votos en las primarias de 2019, un resultado que no acertó ninguna de las encuestadoras del país
Reuters
Las firmas de opinión pública de Argentina temen que los resultados de las próximas primarias presidenciales no se ajusten a los pronósticos, como sucedió en las elecciones de 2019, debido a la alta abstención ciudadana y la irrupción de un candidato inesperado, entre otras variables.
En la mayoría de los sondeos para las primarias de agosto, la oposición de centroderecha Juntos por el Cambio aparece como la más votada si se suman los sufragios de sus dos postulantes a la presidencia, con el oficialismo de centroizquierda (Unión por la Patria) -que presenta un solo candidato fuerte- en segundo lugar.
Las primarias suelen funcionar en Argentina como un sondeo preciso de cara a los comicios generales que tendrán lugar en octubre, además de definir al postulante de las alianzas que presentan a más de uno. Sin embargo, las encuestas muestran mayores imprecisiones para adelantar sus resultados que en los comicios generales, según los expertos consultados por Reuters.
"Va a ser una elección difícil de medir, porque hay incógnitas como la asistencia a las urnas. También hay un voto poco sólido, volátil", señaló Shila Vilker, directora de la consultora Trespuntozero.
En las primarias de 2019, el actual presidente, Alberto Fernández, logró 47,8% de votos frente a 31,8% del entonces mandatario Mauricio Macri, un resultado que no acertó ninguna de las encuestadoras del país, que pronosticaban una diferencia de entre 2 y 8 puntos porcentuales a favor de Fernández.
"La sociedad es mucho más heterogénea y con identidades políticas más débiles, lo que hace que las encuestas sean mucho más difíciles como herramienta para pronosticar el voto", explicó Facundo Nejamkis, director de la consultora Opina Argentina.
Nejamkis destacó que su firma volvió al antiguo formato de encuestas domiciliarias, abandonado por muchas empresas de opinión pública por sus altos costos, para evaluar si "responde mejor que los formatos alternativos, que abarcan menos población y tienen sesgos más importantes".
Los votos aparecen en los sondeos mayormente repartidos entre los opositores Patricia Bullrich -en mayor medida- y Horacio Rodríguez Larreta y el oficialista Sergio Massa, aunque la grave crisis económica que sufre el país favoreció la aparición de un candidato que podría romper el "bipartidismo": el ultraliberal Javier Milei.
Si bien las últimas encuestas lo muestran lejos de ganar la presidencia o alcanzar un eventual balotaje, Milei arrastra un "voto emocional" que podría derivar a otro candidato, en particular Bullrich, o en abstención.
"En esta elección hay un riesgo adicional de que haya problemas con los pronósticos y es la novedad del escenario", advirtió el director de Observatorio Electoral, Julio Burdman, cuyo último sondeo otorgaba a la oposición (en conjunto) una intención de voto de 40% frente a 28% del oficialismo.
"Hay tres problemas que crean una falibilidad novedosa: el primero es el voto Milei, que es incierto, el segundo, los cruces de votos entre Paso (primarias) y generales, y el tercero, la probabilidad de que la no concurrencia a votar sea superior a la medida por las encuestas", añadió.
Las elecciones regionales desarrolladas hasta el momento este año en distintas provincias del país han mostrado un nivel de ausentismo superior al de otros comicios, lo que ha alertado a los expertos.
"A las encuestas les va a costar estimar la participación", dijo Marina Acosta, directora de la consultora Analogías, que pronosticó una intención de voto de 33% para la oposición y de 32% para el peronismo oficialista en las primarias.
Acosta destacó que "la metodología no la modificamos; sí realizamos estudios y análisis complementarios para mitigar los sesgos estadísticos y supervisamos más insistentemente las tareas de campo" para ajustar las mediciones.