Esta semana, en Argentina, los shoppings esperan un visto bueno para volver a recibir visitantes
lunes, 14 de septiembre de 2020
Tras casi seis meses cerrados, los centros comerciales ya anticipan que cerca de 1.250 locales no podrán volver a funcionar con las reaperturas
Cronista - Buenos Aires
Cerrados desde el 19 de marzo, los shoppings porteños creen que esta semana será clave para definir su futuro inmediato. Con la recorrida realizada por el Abasto junto con el ministro de Desarrollo Económico porteño, José Luis Giusti, como señal, los representantes del sector se ilusionan con una respuesta al reclamo de poder volver a funcionar.
Sin embargo, anticipan que la vuelta será con cerca de 1.250 locales menos, de marcas que ya avisaron que no podrán reabrir. Los meses de parálisis supusieron un duro golpe para la actividad. Según los números de la Cámara Argentina de Shopping Centers (Casc), en la región metropolitana ya se perdieron 10.000 empleos y, de prolongarse la situación, peligran muchos más puestos de trabajo.
"A grandes rasgos, de 120 locales totales ya teníamos 10 vacíos. Ahora se sumaron otros 10 y creemos que otros tantos lo harán antes de marzo. No podemos planificar nada más allá de tres meses, porque no hay nada concreto", se queja el gerente de uno de los shoppings más grandes.
"Giusti se comprometió a poner nuestro planteo en la agenda del gobierno porteño y confiamos que así será. Nos escuchó y sabemos que entiende nuestras razones", explicó el gerente general de la CASC, Mario Nirenberg.
Los protocolos para la reapertura ya están definidos desde hace meses y todos los centros comerciales están adaptados para funcionar. Entre los cambios que tuvieron que implementar se cuentan la instalación de cámaras termográficas, alfombras sanitizantes para el calzado, instalación de dispensadores de alcohol en gel.
Además, se hizo señalización del sentido de circulación y marcas en los pisos para mantener el distanciamiento social. Los locales tienen calcomanías en las vidrieras con el número máximo de clientes que pueden permanecer en su interior.
Niremberg agregó que en los shoppings del interior que ya volvieron a funcionar se demostró que nunca se llega al aforo máximo, que contempla 15 metros cuadrados de espacio por visitante.
"Son medidas claras que se están cumpliendo y que demuestran que los centros comerciales no son lugares de contagio. En donde están abiertos se ve que la gente no va a pasear, sino a hacer compras. Nunca tuvimos una tasa de conversión tan alta como la actual", detalló.
El problema, admiten diferentes fuentes, es más político que económico. En la Ciudad ya tuvieron trabas cuando quisieron habilitar mesas de restaurantes en terrazas y patios, porque el Gobierno nacional, finalmente, los vetó. Ahora quieren ir sobre seguro para no generar falsas expectativas, destacan.
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