Globoeconomía

Estados Unidos usa su carta de diplomacia por impulsar los derechos humanos en Cuba

Catalina Fernández

La decisión que tomó en días pasados el presidente estadounidense, Barack Obama, de eliminar a Cuba de la lista negra de Estados patrocinadores del terrorismo allana el camino para la apertura de embajadas y hace parte de un primer paso para abrir los mercados y sistemas de crédito a la isla, sobre la que pesa desde 1962 un embargo económico.

A pesar de que el Congreso tiene 45 días para revisar la determinación, con esta decisión, Obama demostró que el pragmatismo se ha convertido en uno de los ejes principales de la política exterior norteamericana para acabar con cinco décadas de hostilidad oficial. Sin embargo, Cuba aún es sensible a cualquier intercambio entre Estados Unidos y la disidencia interna.

El presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, Michael Shifter, manifestó que Washington está apostando y esperando que, con una mayor apertura económica y un mayor compromiso diplomático, la reforma política sea eventualmente el siguiente paso en Cuba.

Además, el exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), Santiago Canton, indicó que la comunidad internacional está llamada a jugar un rol importante en derechos humanos y democracia.