Estudiantes de hoy perderían US$17 billones en ingresos durante toda su vida
lunes, 20 de diciembre de 2021
El Banco Mundial, la Unesco y la Unicef detallan la magnitud de la crisis educativa provocada por los cierres de colegios por covid
Un reciente informe publicado en conjunto por el Banco Mundial, la Unesco y el Unicef alerta que la actual generación de estudiantes podría llegar a perder unos US$17 billones del total de ingresos que percibirán durante toda su vida, como consecuencia del cierre de las escuelas vinculado con la pandemia de covid-19.
Esto significa también cerca de 14% del PIB mundial actual, lo que evidencia, según los organismos, que la repercusión es más grave de lo que se pensaba anteriormente, y que supera con creces las estimaciones de US$10 billones que se calculó en 2020.
El informe también muestra que en los países de ingresos bajos y medianos, la proporción de niños que viven en situación de pobreza de aprendizajes, indicador que se centra en la capacidad de lectura de los menores, podría alcanzar un 70% debido al cierre prolongado de las escuelas y a los pobres métodos de educación a distancia. Esto se compara con cerca de 53% de los niños con pobreza de aprendizaje antes de la pandemia.
“La crisis de covid-19 paralizó los sistemas educativos del mundo entero. Hoy en día, 21 meses después, las escuelas permanecen cerradas para millones de niños y es posible que muchos no regresen nunca a los centros educativos. La pérdida de aprendizaje de la que son víctimas muchos niños es moralmente inaceptable. Y el aumento potencial de la pobreza de aprendizajes podría tener una repercusión devastadora en la productividad, los ingresos y el bienestar futuros de esta generación de niños y jóvenes, sus familias y las economías en todo el mundo”, enfatizó Jaime Saavedra, director de Educación del Banco Mundial.
El informe recoge datos regionales de Brasil, Pakistán, la zona rural de India, Suráfrica y México, entre otros países, que muestran pérdidas sustanciales en matemáticas y lectura. El análisis demuestra que, en algunos países, las pérdidas promedio de aprendizaje son aproximadamente proporcionales a la duración del cierre.
Sin embargo, de acuerdo con el Banco Mundial, existen diferencias marcadas entre los países y según las materias, el nivel socioeconómico de los educandos, el género y el grado.
Se toman como ejemplo los resultados en dos estados de México que muestran pérdidas de aprendizaje significativas en lectura y matemáticas para los estudiantes de 10 a 15 años de edad.
Las pérdidas de aprendizaje estimadas fueron mayores en matemáticas que en lectura, y afectaron de manera desproporcionada a los más jóvenes, a los que provienen de hogares con bajos ingresos y a las niñas.
“La pandemia cerró centros educativos en todo el mundo, interrumpiendo la educación de 1.600 millones de estudiantes en su momento más álgido, y exacerbó las desigualdades de género. En algunos países, constatamos una pérdida de aprendizaje más significativa entre las niñas y un aumento del riesgo de enfrentarse al trabajo infantil, la violencia de género, el matrimonio precoz y el embarazo”, dijo Robert Jenkins, director de Educación de Unicef.
El informe también alerta sobre la pobre inversión en educación de los gobierno y las pocas medidas que tomaron ante la crisis educativa durante la pandemia.
Dice que los paquetes de estímulo que los estados destinaron a la educación representan menos de 3%.
“Se necesitará una mayor cantidad de fondos para que la recuperación inmediata del aprendizaje sea efectiva”, dice el informe.
También señala que, aunque casi todos los países del mundo han proporcionado oportunidades de aprendizaje a distancia para los estudiantes, la calidad y el alcance de estas medidas son desiguales y en la mayoría de los casos, se proporcionó un insumo incompleto en comparación con la enseñanza presencial.
“Más de 200 millones de estudiantes viven en países de ingreso bajo y mediano bajo que no están preparados para desarrollar la enseñanza a distancia durante el cierre urgente de escuelas”, asegura el estudio.
De acuerdo con el informe, 186 países ofrecieron aprendizaje a distancia. Las modalidades utilizadas variaron según el nivel de ingresos; los países de ingresos más altos dependían más de las plataformas en línea y los países de ingresos más bajos transmitían a través de medios de comunicación, como la radio y la televisión.
A nivel global, 91% de los países medidos usaron plataformas online; 85% transmitían material educativo por televisión, 54% lo hacía por radio, mientras que 70% por celulares.
Los consejos de los organismos para combatir la crisis educativa mundial
En el informe, el Banco Mundial, la Unesco y Unicef aconsejaron a los gobiernos invertir en un entorno propicio para potenciar las oportunidades de aprendizaje digital para todos los estudiantes. También pidieron reforzar el papel de los padres, las familias y las comunidades en el aprendizaje de los niños. Así mismo, garantizar que los docentes reciban apoyo y acceso a oportunidades de desarrollo profesional de alta calidad. Y finalmente, aumentar la proporción de la educación en la asignación de presupuestos.