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Eurogrupo da luz verde a la lista de reformas, pero el FMI recela del compromiso de Atenas

Expansión - Madrid

Sin embargo, la prórroga del programa no garantiza que Grecia reciba los desembolsos. Tal y como advirtió Dijsselbloem en el Parlamento Europeo, todo pago debe ser autorizado por el Eurogrupo y eso solo ocurrirá cuando la troika certifique que Atenas “está haciendo progresos” en esa lista de reformas.

El documento de seis páginas de Atenas retira las promesas de campaña del Gobierno izquierdista para frenar privatizaciones, aumentar el gasto en beneficios sociales y elevar el sueldo mínimo. Grecia se compromete a consultar con sus socios antes de aplicar reformas clave y a mantener un presupuesto neutral.

“Tras la decisión en la conferencia del Eurogrupo, pueden comenzar los procedimientos nacionales para ampliar el programa griego”, dijo en Twitter el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.

Si el programa actual expirase el 28 de febrero, tal y como estaba previsto, Atenas perdería el derecho a recibir los últimos desembolsos ni US$12.400 millones en bonos para recapitalizar sus bancos si lo necesitaran.

Las dudas del FMI
Las primeras reacciones a la carta griega ya apuntan por dónde irán las tensiones. El FMI, en una carta dirigida a Dijsselbloem, asegura que “en bastantes áreas, sin embargo, incluyendo tal vez las más importantes, la carta no ofrece claras garantías de que el Gobierno intenta acometer las reformas previstas”.

El organismo dirigido por Christine Lagarde menciona áreas como las pensiones, el IVA o las reformas del mercado laboral.

Por su parte, Dijsselbloem aseguró que el documento es “suficientemente serio” para iniciar una “negociación” para completar el programa, pero señaló que el “Gobierno griego quizá es demasiado optimista sobre la velocidad con la que pueden aumentar la recaudación fiscal”.

Mario Draghi, presidente del BCE, también advirtió que los compromisos del Gobierno griego “difieren del programa actual en algunos puntos”, pero lo considera un “punto de partida válido”.

La gran prueba de fuego llegará en abril, cuando se concretarán todas esas medidas y se cuantifiquen adecuadamente para valorar su impacto en las finanzas públicas y la competitividad de la economía griega. Sin margen para ambigüedades y equívocos, el Gobierno griego deberá alcanzar entonces un acuerdo que sea digerible para la troika y el Eurogrupo y, a la vez, para su partido. 

En Alemania, el ministro de Finanzas Wolfgang Schaeuble, que adoptó la línea más dura en las negociaciones con Grecia, escribió al presidente de la cámara baja pidiéndole una votación esta semana para extender el rescate. El rechazo alemán a un pedido inicial griego  obligó al Gobierno griego a efectuar una serie de concesiones políticamente sensibles.