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FMI aseguró que los alimentos y la energía seguirán presionando a la inflación

RIPE:

La entidad señaló que un tercio del gasto familiar en economías emergentes y bajos ingresos se destina al consumo de alimentos

El Economista - Ciudad de México

Un tercio del gasto familiar en economías emergentes y de bajos ingresos se destina al consumo de alimentos, en contraste las economías avanzadas como Estados Unidos, destinan al menos una séptima parte de sus compras en este mismo rubro. Por esta razón, el impacto de alzas mundiales de precios en alimentos suele sentirse más fuerte en las familias y países de menos recursos, detallaron economistas del instituto

Los precios de alimentos y energía seguirán presionando a la inflación mundial este año, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Aunque la escalada será mucho más moderada que la observada el año pasado, advierten que seguirá una trayectoria al alza que afectará más a las economías emergentes como las latinoamericanas.

En un análisis, explicaron que la población de economías emergentes y de bajos ingresos son quienes han tenido que soportar con más fuerza la escalada mundial de precios de alimentos.

Esto porque un tercio del gasto familiar se dedica al consumo de alimentos, entre las familias de bajos ingresos y en países emergentes, y en contraste, las economías avanzadas como Estados Unidos, destinan al menos una séptima parte de sus compras en este mismo rubro.

Al interior de un nuevo análisis sobre inflación mundial, estimaron que los precios internacionales de alimentos moderarán la tendencia al alza este año y sólo crecerán 4.5 por ciento.

En el 2021, el incremento de estos bienes de consumo básico global fue de 23.1%, refirieron economistas del organismo.

Los precios de alimentos en México, por ejemplo, según datos Instituto Nacional de Estadística y Geografía registraron una variación anual de 12.54% mientras que en Brasil ascendió, en su registró a 12 meses, a 7.54 por ciento.

Desde la perspectiva de los funcionarios del FMI, el aumento de la inflación puede desvanecerse a medida que se alivian los problemas en la cadena de suministro y conforme los bancos centrales sigan respondiendo para evitar que las expectativas de inflación se desanclen. Pero matizaron que será hasta que la pandemia se mitigue, cuando la presión de esta burbuja se limitará.

Precios de energéticos

Los contratos de futuros de petróleo muestran que los precios del crudo podrían subir 12% este año, mientras los precios de gas natural registrarían una variación de 58 por ciento.

Dichos aumentos serán significativamente menores a los incrementos del año pasado y confiaron que “probablemente serían seguidos por una moderación adicional de los precios en el 2023”.

Esto sucederá a medida que los desequilibrios entre la oferta y la demanda se reduzcan aún más.

Los matices del impacto

El FMI no ofreció una actualización de previsiones puntuales para la inflación de los países. Sin embargo, refirió las variaciones del año pasado en Estados Unidos, Europa, China y los emergentes en conjunto, para ilustrar cómo ha variado el impacto de un mismo fenómeno mundial.

Por ejemplo, mostraron que el año pasado, la inflación de energéticos para Estados Unidos fue de 29%; mientras que para Europa, tuvo un alcance anual de 26% por ciento.

Con información del Inegi podemos contrastar que en México, durante el año pasado, los precios de electricidad, gas y otros combustibles registraron una variación de 11.50 por ciento.

El tema de la inflación se llevó esta semana el gráfico en el FMI. Desde el lunes, destacaron en el blog institucional que la resistencia de la inflación estructural de emergentes latinoamericanas como México y Brasil, sugieren que la presión sobre los precios podría ser mucho más generalizada en el 2022.

Se refirieron en específico a la inflación subyacente que no incluye los precios tradicionalmente volátiles de algunos productos y que en el caso de México completó 21 quincenas consecutivas al alza en la primera mitad de enero, cuando se ubicó en 6.11 por ciento.

De acuerdo con economistas del FMI, liderados por el nuevo director del Hemisferio Occidental en el organismo, Illan Goldfajn, esta presión motivará aumentos de tasas de interés por parte de los bancos centrales que también van a generar presión sobre la recuperación económica.

Apenas la semana pasada, el FMI presentó sus expectativas económicas actualizadas para el mundo. Para América Latina y el Caribe, estiman ahora un crecimiento de 2.4% desde 3% previsto en otoño.

Este desempeño estará guiado por el modesto crecimiento de Brasil, la economía más grande de la región, para quien anticipan un avance de 0.3% en el 2022 y de México, para el que esperan una expansión de 2.8 por ciento.

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