Globoeconomía

FMI avisa del efecto Trump en remesas hacia la región

Carlos Rodríguez Salcedo

Si bien el organismo multilateral ya había publicado sus pronósticos de crecimiento para este año, ayer reveló detalles del informe en donde resaltó el golpe que podría traer la deportación de millones de inmigrantes desde Estados Unidos. “Una política de inmigración más restrictiva en los Estados Unidos reduciría las remesas, que han desempeñado un papel clave de financiamiento y estabilización en el Caribe y América Central”, aseguró el reporte.

Según los cálculos del Fondo, aunque las deportaciones desde Estados Unidos llegaron a 3,7 millones de personas entre 2006 y 2015, con un pico máximo en 2013 con 434.000 casos, en los últimos años se han reducido. 

Sin embargo, el informe afirma que, con la llegada de Trump, “alrededor de dos millones de extranjeros podrían ser deportados por sus antecedentes penales. La mayoría de ellos viven legalmente en Estados Unidos (ya sea como titulares de una tarjeta verde o como extranjeros con un visado temporal), pero podrían ser deportados por sus antecedentes penales”.

Si sucede, el organismo multilateral aseguró que los efectos se verán por dos vías. El primero de ellos, sería la llegada de esa población a los países de América Latina y su impacto en la economía. Al ser población poco calificada se “podría deprimir la productividad” y presionar los salarios a la baja. 

“En algunos países, la absorción de la mano de obra adicional podría ser difícil si el desempleo ya es alto, si la respuesta de la inversión es lenta, o si hay discordancia de las aptitudes laborales entre los migrantes deportados y las plazas de trabajo disponibles en los países de origen”, dijo el FMI.  Además, podría haber un incremento en el desempleo que afectaría los costos sociales. 

El otro impacto llegaría sobre el dinero que dejaría de percibir la región por la remesas. Los cálculos del Fondo indican que los montos que enviaron los emigrantes de América Latina significaron 1,4% del producto regional en 2015. Además, en promedio, cada uno envía a sus familias cerca de US$2.500 anuales. 

“La amplia dependencia de las remesas puede plantear riesgos, especialmente cuando la mayoría de los migrantes reside en un solo país”, explicó el reporte, en el que también añadió que “la caída de las remesas amplificará los efectos de contagio negativos para los países de origen”. 

Aunque el Fondo explica que ha subido el envío de remesas desde Estados Unidos, previendo un cambio en la política migratoria, los efectos de una disminución de estos flujos afectarán las cuentas fiscales, la pobreza y la estabilidad del sector financiero.