FMI mantiene cálculo de PIB local en 2,7% por precios del petróleo e inversiones 4G

Si se cumplen los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía colombiana crecería 0,9 puntos porcentuales más este año y alcanzaría un alza de 2,7%, lo que representaría el tercer mejor comportamiento entre los países de América Latina que selecciona el ente multilateral.

Las proyecciones del FMI para el próximo año indican que Colombia será la economía con el segundo crecimiento más alto de América Latina con 3,6%, cifra que supera en 0,3 puntos porcentuales los cálculos que había hecho en su último informe, cuando predijo que el PIB local subiría 3,3% en 2019.

Las razones que llevaron al FMI a aumentar sus proyecciones económicas para 2018 y 2019 fueron el momento que viven rubros como las exportaciones y el consumo privado, que ganaron fuerza principalmente por el aumento en la demanda externa y los precios del petróleo, además del programa de inversiones en infraestructura y vías 4G que “no solo ha tenido mayor intensidad en el último año, sino que seguirá siendo una columna relevante entre los motores de crecimiento del país”, según destacó el director del departamento del hemisferio occidental del FMI, Alejandro Werner.

El experto también especificó que “Colombia aún tiene retos importantes como seguir consolidando sus finanzas públicas y con la implementación del acuerdo de paz, que estimularía el crecimiento regional”.

El presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet), Julio César Vera, destacó que “es evidente que los precios del petróleo tienen que ayudar, pero depende mucho de lo que pase con el nuevo gobierno, que se prevé permitirá mayor inversión en el sector”.

El top tres de las economías con mejor crecimiento económico, según las proyecciones del FMI para 2018, posicionan a Chile y Perú como la primera y segunda economía de América Latina, con una variación de 3,8% y 3,7%, respectivamente.

El impulso económico de Perú se debe a factores como el alto precios de los productos básicos, el estímulo fiscal y monetario y la demanda interna del sector privado, mientras que el de Chile tiene que ver con el nivel de confianza entre el empresario y el consumidor, además del incremento en los precios del petróleo.

Las proyecciones del FMI para América Latina muestran una caída de 0,4 puntos porcentuales frente a las registradas en abril, pues su cifra de progresión del PIB pasaría de 2% a 1,6%. Dicha reducción tendría como causas principales los ajustes financieros de Argentina, cuya devaluación del peso y la inflación de más de 25% obligó al presidente Mauricio Macri a solicitar un crédito de US$50.000 millones al FMI en mayo. Además, los efectos de la incertidumbre política en Brasil, provocada por la huelga de camioneros que causó interrupción de suministros y bloqueos en las vías de todo el país, también indicieron en las proyecciones de la región.

Werner también comentó que las economías que pasaron por procesos electorales han reflejado incertidumbre en cuanto la inversión extranjera, como en el caso de México y las negociaciones del Tlcan.

Venezuela tendrá una inflación de 1.000.000%

El FMI proyecta que Venezuela seguirá atrapado en una “profunda crisis económica y social”, pues el PIB enfrentaría su tercera caída consecutiva de dos dígitos, llegando a -18% en su crecimiento económico, cifra que pierde tres puntos porcentuales frente al último informe, que arrojaba -15% para entonces. Entre las principales causas del problema venezolano se cuentan la significativa crisis que enfrenta la producción de petróleo, además de las distorsiones generalizadas y desequilibrios en la provisión de bienes y servicios públicos como la salud y la seguridad. A su vez, el FMI proyecta un aumento en la inflación de 1.000.000% para finales de 2018.