FMI pide compras de deuda al BCE y reforma del Pacto de Estabilidad a la UE
jueves, 19 de junio de 2014
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Las propuestas forman parte de las conclusiones del FMI en su informe anual sobre la zona euro (conocidas técnicamente como las consultas del artículo IV), que la directora gerente de la institución, Christine Lagarde, ha presentado hoy a los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo).
El FMI ha asegurado que la recuperación se está "arraigando", aunque advierte de que "ni es robusta" ni "lo suficientemente fuerte". Por eso manda un doble mensaje, uno monetario y otro fiscal.
Un BCE más activo
En cuanto al primero, la institución dice que el BCE debe estar listo para sacar la bazuca de la expansión cuantitativa que ya sacaron la Reserva Federal en EE.UU. y el Banco de Inglaterra en Reino Unido. "Si la inflación continúa tozudamente baja, el BCE debe considerar un programa de compra de activos a gran escala, principalmente de activos soberanos de acuerdo con la distribución del capital en el BCE", afirma el documento publicado ayer. Con esto está pidiendo al BCE que compre renta fija pública masivamente en el mercado y que, para suavizar las inevitables tensiones políticas que eso generaría -especialmente en Alemania- lo hiciera en bloque: comprando una cartera de deuda que refleje el peso de cada Estado en el capital del BCE.
Reforma del Pacto de Estabilidad
En cuanto al segundo, el FMI insta a la UE debe simplificar el Pacto de Estabilidad y a evitar más medidas de austeridad en el caso de que el crecimiento económico sorprenda negativamente.
"A medio plazo, ideas que simplifiquen y refuercen el marco de gobernanza fiscal deben ser exploradas", asegura el FMI. La institución carga especialmente contra el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que obliga a los países a reducir su déficit por debajo del 3% y a reducir su deuda pública hasta, al menos, el 60% del PIB: "El sistema se ha vuelto demasiado complicado, con demasiados objetivos y metas".
Aunque el FMI reconoce que "no hay soluciones fáciles", pide que se considere "un marco más simple, con un objetivo único y una palanca operativa económicamente sólida". Como ejemplo pone que solo haya un objetivo fiscal último, la reducción del déficit, y que el equilibrio presupuestario estructural (que excluye factores cíclicos de la economía) sea el único objetivo operativo. Pero también pide que, a cambio, haya "mecanismos de aplicación mucho más fuertes", para que los Estados estén obligados realmente a cumplirlos.
El FMI también pide pensárselo dos veces antes de aplicar nuevas medidas de austeridad presupuestaria, en el caso de que el crecimiento sorprenda a la baja: "Tras varios años de consolidación fiscal, la situación fiscal general de la zona euro es neutral. Esto representa el equilibrio justo entre el apoyo de la demanda y la reducción de deuda. Pero grandes sorpresas negativas en el crecimiento no deberían activar esfuerzos de consolidación adicionales", afirma el documento del FMI.
Reformas estructurales
El FMI también pide seguir con las reformas estructurales que sean necesarias para "reactivar la inversión, el empleo, la productividad y la reducción de desequilibrios".
En este sentido, el FMI pide reformas nacionales que mejoren "el funcionamiento del mercado laboral" y que "incrementen la competencia en el sector de productos y servicios".
Además, en este apartado, pide "una mayor inversión en infraestructuras en las economías acreedoras [en una referencia indirecta a Alemania] y nuevos impulsos a la mejora de competitividad en las economías deudoras [en referencia a la periferia]".