Fondo Monetario Internacional proyecta que la economía de la región crecerá 1,6%
martes, 21 de enero de 2020
Según la más reciente publicación del FMI, el recorte en las perspectivas se debe principalmente a una caída en las proyecciones para México y Chile
Paola Andrea Vargas Rubio
El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó sus proyecciones de crecimiento económico para este año en las que resaltó que el PIB mundial pasará de 2,9% en 2019 a 3,3% este año y llegaría a 3,4% en 2021. Pese a que estas estimaciones se esperaba aumentaran, son una revisión a la baja de 0,1 puntos porcentuales frente a lo que se proyectó en octubre.
Según el informe del FMI, el recorte en las estimaciones se debe a los “resultados negativos inesperados de la actividad económica en unas pocas economías de mercados emergentes, en particular, India, lo que dio lugar a una revaluación de las perspectivas de crecimiento correspondientes a los próximos dos años. En unos pocos casos, esta revaluación también tiene en cuenta el impacto del mayor malestar social”.
Hay que resaltar que el crecimiento que tendrá la economía mundial este año, está jalonado por la expansión de las economías emergentes y en desarrollo de Asia que según el FMI crecerán 5,8%. Esto se debe a que “existen muchos acuerdos comerciales entre países de dicho continente y cada vez manufacturan más productos y diversifican sus mercados con la inversión en tecnología”, explicó Juan Carlos Ocampo, coordinador de la carrera de Economía en Universidad Privada del Norte.
Al analizar el comportamiento de América Latina, el FMI proyecta que para 2020 la economía de los países pertenecientes a esta parte del mundo se expandirá 1,6%, mientras que en 2021 crecerá 2,3%. Esto deja ver que, al igual que con el promedio mundial, las proyecciones para los países de la región presentaron una disminución. Esto se debió “a un recorte de las perspectivas de crecimiento de México en 2020-21, entre otras razones por la continua debilidad de la inversión, y a una importante revisión a la baja del pronóstico de crecimiento para Chile que se vio afectado por la tensión social”, según el informe.
De acuerdo con la publicación, México crecerá 1% en 2020 y 1,6% en 2021.
Sobre el futuro de los países de Latinoamérica, Samuel Ortiz Velásquez, profesor de economía en la Universidad Nacional Autónoma de México, recordó que “el coeficiente de inversión en México ha sido bajo desde la década de los ochenta enmarcada en la era neoliberal (entre 1982 y 2018 el coeficiente de inversión promedio fue de 19,9%) y ello ha impactado en una tasa de crecimiento promedio anual del PIB de 2,1%”.
Además, aseguró que para efectos comparativos se debe recordar que en el periodo previo 1970-1981 el coeficiente de inversión pasó de 21,20% a 26,92% y la economía se expandió a 6,9%. “Por lo que, si México aspira a crecer por lo menos a 4%, el coeficiente de inversión debe elevarse mínimo cinco puntos del PIB, y con un fuerte componente de inversión pública que estimule al sector público a invertir”.
Teniendo en cuenta el desafío que tiene la economía mexicana y la promesa de López Obrador de lograr una expansión de 4%, Ortiz Velásquez explicó que “más allá de las proyecciones del FMI se puede decir que los ambiciosos proyectos de infraestructura y la inminente puesta en marcha del T-MEC pueden ser factores que estimulen la inversión y con ello inicie la reactivación”.
Otro de los países que llevaron a bajar el pronóstico para el conjunto de naciones latinoamericanas fue Chile. De acuerdo con José Miguel Sánchez, decano de la facultad de Economía de la Universidad Católica de Chile, al cierre del año pasado, datos como el de inflación o desempleo no reflejaron la situación por la que pasó Chile, sin embargo, este año puede ser más complicado”.
En el informe también se resaltó que no todas las proyecciones de los países de América Latina presentaron recortes. El crecimiento de la región estará jalonado por Brasil. Los pronósticos “están en parte compensadas por una revisión al alza del pronóstico de 2020 para ese país, gracias a una mejora de la actitud tras la aprobación de la reforma de las pensiones y la disipación de las perturbaciones de la oferta en el sector minero”, concluyó el documento.
Por ahora, las proyecciones de otras bancas internacionales ponen a la región en un panorama no tan negativo por lo que otros países podrían dar la sorpresa.