Hacienda

G20 acordará una extensión del congelamiento de pagos de deuda para países pobres

Las principales economías del grupo acordaron extender la congelación hasta después de seis meses una vez finalice el año

Reuters

Las principales economías del G20 acordarán extender la congelación del servicio de la deuda para los países pobres por lo menos seis meses después del final de 2020 debido al coronavirus, y adoptar un enfoque común para el largo plazo, según un borrador de comunicado al que accedió Reuters el martes.

En el borrador, los ministros de finanzas y los banqueros centrales de los países del Grupo de los 20 dijeron que llevarían a cabo un examen en abril sobre si era necesaria una nueva prórroga de seis meses.

En el borrador, que fue preparado para una reunión virtual de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 el miércoles, acordaron adoptar un enfoque coordinado y un "marco común" para las acciones de la deuda que se tomarían más allá de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI) del grupo que fue aprobada en abril.

La pandemia del covid-19 ha golpeado con especial dureza a los países en desarrollo y a las economías de mercado emergentes, exacerbando los ya altos niveles de deuda y llevando a un número creciente de países al borde del incumplimiento de pagos.

En el proyecto se decía que la iniciativa DSSI, que ofrecía suspender los pagos de la deuda bilateral oficial de los países más pobres, había facilitado un aumento considerable de los gastos para combatir la pandemia y sus consecuencias económicas.

En el marco de la iniciativa, más de 40 de los 73 países que reúnen los requisitos necesarios han aplazado unos 5.000 millones de dólares en pagos de la deuda, pero esa cifra es muy inferior a los 12.000 millones de dólares que se habrían generado si hubieran participado más países.

Los expertos dicen que un gran problema ha sido la falta de participación del sector privado y el hecho de que China, miembro del G20, no haya participado plenamente con todas sus instituciones estatales, incluido el Banco de Desarrollo de China.

En el proyecto de comunicado se abordaban ambas cuestiones y se instaba a todos los acreedores bilaterales oficiales a "aplicar esta iniciativa plenamente y de manera transparente". Se alentaba enérgicamente a los acreedores privados a que participen cuando se les solicite.

El presidente del Banco Mundial, David Malpass, dijo a un panel en las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, que se comprometía a proporcionar suficiente espacio fiscal a los países que se enfrentan a problemas de deuda a través de subvenciones.

Dijo que también era fundamental acelerar las reestructuraciones de la deuda que se necesitarían, señalando que el proceso había durado unos siete años en el pasado.

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