Gabriel Boric y otros presidentes de América Latina que viven en casas particulares
domingo, 20 de febrero de 2022
En Colombia, Iván Duque decidió al momento de su posesión, en 2018, que mantendría su residencia en el apartamento que tenía
Además de prepararse para asumir el cargo el próximo 11 de marzo, el presidente electo de Chile, Gabriel Boric, está buscando su próxima residencia.
Según el diario El País, el mandatario tendría en la mira una casa tradicional de 500 metros, 13 habitaciones y nueve baños en la comuna de Yungay, uno de los barrios más antiguos de Santiago que está rodeado de bares, bibliotecas y plazas. Si se decidiera por esa residencia, Boric tardaría aproximadamente 10 minutos en carro hasta el Palacio de la Moneda, sede del Gobierno, o media hora caminando.
La casa cumple con los requisitos de seguridad exigidos para la residencia del presidente: espacio para el esquema de seguridad, dos entradas, un hospital cerca y que no haya edificios altos alrededor. Pero, ¿por qué existen requisitos para la casa del mandatario? Como recordó El País, Chile no tiene una residencia para el primer mandatario, y el último que vivió en la sede de Gobierno fue Carlos Ibañez, en la década de los 50. Otros, como Eduardo Frei, se quedaron en sus casas.
Sin embargo, Boric no es el único en la región que no vive en una casa presidencial. En Colombia, a pesar de que la Casa de Nariño tiene una residencia privada para el presidente y su familia, Iván Duque decidió al momento de su posesión, en 2018, que mantendría su residencia en el apartamento que tenía, en el conjunto Sierras del Moral, en Cedritos. Esto, dijo en su momento, para facilitar los desplazamientos de sus tres hijos, menores de edad, a sus respectivos colegios.
Sin embargo, cuando el conjunto residencial se convirtió en blanco de las protestas sociales de 2019 y 2020, la familia presidencial se vio obligada a dejar el apartamento y trasladarse a la residencia de la Casa de Nariño por cuestiones de seguridad.
Por su parte el primer mandatario de Perú, Pedro Castillo, dijo en su discurso a la Nación del 28 de julio de 2021 que no gobernaría desde la Casa de Pizarro, que sería cedido al Ministerio de las Culturas.
“No gobernaré desde la Casa de Pizarro porque creo que tenemos que romper con los símbolos coloniales para acabar con las ataduras de la dominación que se ha mantenido vigente durante tantos años. Cederemos este Palacio al nuevo Ministerio de las Culturas para que sea usado como un museo”, dijo ante el Congreso de la República.