Gigante azucarera busca protección contra bancarrota
sábado, 23 de marzo de 2019
Los precios del edulcorante bajaron más de 60% desde el pico de 2011.
Bloomberg
Una de las compañías azucareras más grandes de Brasil está buscando protección de los acreedores, convirtiéndose en la última víctima de un auge de inversiones en la última década que dio paso a precios bajos y una deuda elevada.
El viernes, Santa Terezinha solicitó el equivalente local del Capítulo 11 en una corte en Maringa, estado de Paraná, después de no haber logrado un acuerdo con todos los acreedores para reestructurar 4.500 millones de reales (US$1.200 millones) en deuda principalmente bancaria. Un acreedor trató de incautar activos después de rechazar un acuerdo que involucraba a más de 20 bancos, dijo por teléfono el director legal Sidney Samuel Meneguetti.
Dado que los precios del edulcorante bajaron más de 60% desde el pico de 2011, la industria ha estado luchando para ganar dinero. Los años de cosechas abundantes desde India hasta Tailandia coincidieron con la desaceleración de la demanda entre consumidores más conscientes de su salud. En Brasil, el sector también se vio afectado por los precios máximos de la gasolina que erosionaron la demanda de etanol, el cual se produce a partir de caña de azúcar.
Desde 2011, más de 50 molinos de etanol y azúcar en Brasil han cerrado y más de 70 se han declarado en bancarrota, según el grupo de la industria Unica. Santa Terezinha se convierte en el grupo de caña de azúcar más grande en una lista que incluye a Clealco Acucar e Alcool SA, con sede en Sao Paulo, a Abengoa Bioenergia Brasil SA y a Shree Renuka do Brasil.
Usina de Acucar Santa Terezinha Ltda., como se conoce formalmente a la compañía, también fue afectada por el clima adverso en 2015-2016 que redujo la producción en aproximadamente 20 por ciento, dijo el director financiero Paulo Meneguetti en mayo 2016.
El grupo, que solía enviar aproximadamente 1,8 millones de toneladas métricas de azúcar al año, administra 10 molinos de caña de azúcar en el estado de Paraná, con una capacidad total para triturar 18,5 millones de toneladas. También posee una participación mayoritaria en una terminal de azúcar en el puerto de Paranagua, entre otros activos logísticos.
Entre los acreedores de Santa Terezinha se encuentra el fondo de Nueva York Amerra Capital Management, que prestó US$20 millones al grupo a principios del año pasado.