Goldman Sachs: la independencia de Escocia sería un "severo" golpe a los mercados
jueves, 4 de septiembre de 2014
Ripe
Goldman Sachs ha enviado una nota a sus clientes en la que advierte de que la secesión tendría consecuencias "severamente negativas para la economía escocesa y británica a corto y medio plazo".
Aunque el banco estadounidense cree que la independencia es "improbable" (los partidarios de la división siguen detrás en los sondeos), considera que los inversores deben estar preparados para una extensa serie de impactos en el sector financiero y los mercados.
"El mayor riesgo específico es la incertidumbre sobre si una Escocia independiente será capaz de mantener la libra esterlina, ya que si lo hace, Reino Unido podría sufrir una crisis monetaria como la de la Eurozona", opina Kevin Daly, economista de Goldman en Londres.
Para evitar ese escenario, el Gobierno británico se niega a compartir la libra con una Escocia separada, ya que teme que una unión monetaria entre dos países con diferentes políticas fiscales resulte en desequilibrios como los del euro. Por ello, Goldman considera "creíble" la salida de Escocia de la libra, "porque sin integración política y fiscal, es difícil ver al resto de Reino Unido dando apoyo monetario y fiscal al nuevo país en caso de necesidad".
El lanzamiento de una nueva moneda por Escocia tampoco es una opción tranquilizadora para Goldman, ante un posible desplome de su valor. "La ruptura daría a los inversores un fuerte incentivo para vender activos escoceses, y las familias también podrían verse incentivadas para retirar sus depósitos de los bancos con sede en Escocia (caso de RBS y Lloyds)". De hecho, estas entidades han advertido de que podrían mover su sede a Londres en caso de secesión. Esta incertidumbre sobre la libra está pesando en los últimos días sobre el valor de esta moneda.
El informe del banco estadounidense también duda de la capacidad del Gobierno escocés de financiar sin un gran déficit el actual nivel de gasto público en la región, por lo que "afrontaría un mayor coste de financiación en sus emisiones de deuda".
Pese a todos estos peligros, Goldman cree que a largo plazo, "hay pocas razones para pensar que Escocia no puede prosperar como país independiente: no hay evidencia que sugiera que los países pequeños son más ricos o pobres que los grandes".