Google reformulará plan de data center en Chile tras temores sobre impacto ambiental
martes, 17 de septiembre de 2024
La firma retiró solicitud de los permisos, pese a los cambios que hizo para cumplir con los requerimientos del tribunal ambiental. Dijo que iniciará otra propuesta “desde cero” con tecnología de enfriamiento por aire.
Diario Financiero - Santiago
Google “no seguirá adelante con el proceso de solicitud de los permisos” para construir un nuevo data center en la comuna de Cerrillos, en Santiago, tal y como lo presentó originalmente.
El gigante tecnológico decidió retirar ante el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) su propuesta para levantar la infraestructura -que contemplaba una inversión de US$200 millones- tras unos cuatro años de trabas y conflictos que incluso llegaron hasta la Corte Suprema.
La decisión se formalizó el 1 de julio de este año cuando Inversiones y Servicios Dataluna, sociedad que representa a Google en el país, solicitó ante el SEA la renuncia de la Resolución Exenta N°127 , que calificaba “ambientalmente favorable” la Declaración de Impacto Ambiental (DIA).
Con ello, la firma pone pausa a su intención de levantar la infraestructura, pero aseguró, ante la consulta de DF, que “oportunamente se dará inicio a un nuevo proceso que comenzará desde cero, para un proyecto que usará tecnología de enfriamiento con aire en este mismo lugar”.
“Google reafirma su compromiso con Chile y América Latina. Esperamos trabajar con nuestros aliados locales para identificar un plan para el futuro, que esté alineado con nuestra ambición de operar con energía libre de carbono, 24/7, y también con el compromiso de refrigerar nuestros centros de datos de manera consciente con el contexto climático”, señaló por escrito.
Años de trabas
Los planes de Google eran construir una edificación similar a la que ya posee en Quilicura, pero ahora en un terreno de más de 20 hectáreas que le permitiera tener mayor capacidad para abastecer el aumento en la demanda de datos.
Los primeros reclamos por parte de los vecinos de la zona llegaron en 2019, pero nada quedó plasmado judicialmente hasta un año después, incluso pese a que el SEA dio su visto bueno.
Los llamados de atención de la comunidad apuntaban al uso del agua para el enfriamiento de los equipos y su impacto en el medioambiente.
Según describió la misma empresa, el centro de datos requería el uso de 169 litros por segundo, lo cual movilizó a 14 vecinos, que presentaron un primer recurso en abril de 2020. El segundo llegó por parte de la municipalidad días después.
Con el pasar del tiempo, todos -menos una vecina- desistieron, una vez la firma declaró públicamente que no utilizaría agua para enfriar los servidores.
La empresa dijo, entonces, que había cambiado su diseño original para utilizar refrigeración por aire y que “continuaría colaborando con los requisitos de las autoridades locales”.
La idea era reemplazar las torres de enfriamiento y, con ello, la posibilidad de consumir agua subterránea de los pozos de Santiago Central.
Sin embargo, el tribunal mantuvo su análisis y concluyó que no se puede descartar el impacto ambiental.
De esta forma, Google desiste -por el momento- de uno de sus ambiciosos proyectos, con el cual apuntaba a “proveer de servicios y aplicaciones de Internet a diversos clientes de Latinoamérica”.
Los cambios al proyecto en Uruguay
Sin agua, con enfriamiento por aire y un edificio en lugar de dos. Ese fue el giro que Google le dio a su data center en el país del sur, ante las preocupaciones medioambientales.
Chile no es el único país de la región en el que Google ha atravesado inconvenientes para levantar sus centros de datos; sin embargo, sí es el primero en el que decide pausar la construcción.
En noviembre de 2023, el gigante tecnológico tuvo que reformular su proyecto de data center en Uruguay, para darle espacio a la construcción de un solo edificio en lugar de dos, reduciendo a un tercio la capacidad de almacenamiento respecto al plan original, pero con base a un sistema de enfriamiento por aire y no por agua, como estaba planteado inicialmente.
Las negociaciones en torno a la instalación de esta sede habían comenzado en 2019, durante el Gobierno de Tabaré Vásquez. Luego, en 2021 y durante la gestión de Luis Lacalle Pou, la empresa adquirió el terreno de 30 hectáreas en el Parque de las Ciencias, Canelones, donde tenía previsto construir dos edificios que contarían con un sistema de enfriamiento de los equipos mediante tuberías con circulación de agua potable.
Sin embargo, debió ser reformulado ya que se preveía que utilizaría 7.600 metros cúbicos de agua potable al día, en medio de una severa sequía que golpeaba al país.
Ante las preocupaciones, la empresa modificó el proyecto para mitigar el impacto ambiental y recibió la aprobación en julio de este año.
El sistema actual contempla 32 chillers enfriados a través de aire con un circuito cerrado de agua y dispuestos en modalidad 7 + 1 para cada módulo del centro de datos.
Además, el consumo de agua de la nueva propuesta se espera que sea de 48 metros cúbicos diarios, los cuales abastecerán los servicios básicos de cocina y baños del edificio.