Guerra de Rusia contra Ucrania entra en nueva fase peligrosa ante amenaza nuclear
martes, 19 de noviembre de 2024
Moscú, que ha advertido contra este tipo de acciones, intensificó su amenaza de una respuesta nuclear a los ataques convencionales.
Bloomberg
La guerra de Vladímir Putin contra Ucrania se recrudece tras meses de sangriento desgaste.
Cuando el conflicto entró en su día mil, Ucrania aprovechó las capacidades de misiles de largo alcance que había recibido recientemente para atacar una base militar en territorio ruso. Moscú, que ha advertido contra este tipo de acciones, intensificó su amenaza de una respuesta nuclear a los ataques convencionales.
Estos dos acontecimientos sacudieron a primera hora del martes a los inversionistas, ajenos desde hace tiempo a los conflictos bélicos, y provocaron una oleada de inversiones en activos refugio. En realidad, la reciente llegada de tropas norcoreanas para apoyar a las fuerzas rusas en el campo de batalla ya había subido la apuesta.
La perspectiva del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en enero y su promesa de poner fin a la guerra lo antes posible han creado un nuevo sentido de urgencia para Ucrania y sus aliados.
El presidente Volodímir Zelenski ha estado pidiendo más armas para fortalecer su posición, la administración Biden está enviando a Kiev toda la ayuda posible antes de dejar el cargo, y el canciller alemán Olaf Scholz llamó a Putin la semana pasada para tantear su postura sobre las conversaciones. El líder ruso no mostró interés en llegar a un acuerdo, informó Scholz.
“La situación actual ofrece a Putin una importante tentación de escalar”, señaló Tatyana Stanovaya, investigadora sénior del Carnegie Russia Eurasia Center, en una publicación en la red social X. Tal medida permitiría tanto Putin como a Trump culpar a Joe Biden por el creciente conflicto y serviría como premisa para sostener conversaciones directas, señaló.
“Esto marca una coyuntura extraordinariamente peligrosa”, añadió, ya que Putin puede estar tratando de convencer a los líderes occidentales de que tienen que elegir entre un conflicto nuclear o un acuerdo en los términos de Rusia.
La noticia llevó a los inversionistas a refugiarse en algunos de los activos más seguros del mundo. El rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años cayó hasta siete puntos básicos, mientras que la tasa de los títulos alemanes equivalentes bajó 11 puntos básicos. Los movimientos también se extendieron al mercado de divisas, donde subieron el yen japonés y el franco suizo.
Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, trató de calmar los temores de una escalada nuclear, aunque acusó a Occidente de agravar el conflicto. “Estamos firmemente a favor de hacer todo lo posible para evitar que se produzca una guerra nuclear, declaró en el G20. “Un arma nuclear es, ante todo, un arma para evitar cualquier guerra nuclear”.
EE.UU. señaló que no modificaría su postura nuclear en respuesta a la decisión de Rusia de cambiar su doctrina. Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, que habló bajo condición de anonimato, sostuvo que la medida no era una sorpresa.
El ataque se produjo cuando Biden y Scholz estaban reunidos con otros líderes del Grupo de los 20 en la cumbre que se celebra en Río de Janeiro, en la que las maniobras sobre la guerra de Rusia han sido uno de los principales puntos de discordia. El anfitrión, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ha intentado acallar los debates sobre los conflictos en Ucrania y Gaza para centrarse en el cambio climático y la pobreza. Pero su gestión de la reunión, a veces caótica y de mano dura, ha dejado a muchos otros líderes molestos.
Para aumentar la sensación de inquietud, el lunes dos cables submarinos de datos resultaron dañados en el Báltico, cerca del enclave ruso de Kaliningrado. Los gobiernos de la región han denunciado en repetidas ocasiones ciberataques, desinformación e incursiones de aviones rusos, y han advertido que se verán amenazados si Putin consigue la victoria en Ucrania. La policía sueca informó que inició una investigación sobre las roturas de cables como posible sabotaje.
“Algo está pasando allí”, declaró el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius.
Los orígenes de los acontecimientos de esta semana se remontan a la intervención de Pionyang en el campo de batalla el mes pasado, un movimiento que se produjo desafiando la advertencias de Washington.
Ese fue el cambio que convenció a Biden de abandonar su oposición a los ataques de largo alcance contra Rusia con los Sistemas de Misiles Tácticos del Ejército, conocidos como Atacms. El despliegue de tropas norcoreanas en combate llevó la situación a “otro nivel”, sostuvo el lunes Oleksandr Polishchuk, embajador de Ucrania en la India, en una entrevista en Nueva Delhi.
El primer ataque de Ucrania con esos misiles alcanzó un depósito de municiones en la región fronteriza de Bryansk, al oeste de Rusia, según informes locales ucranianos confirmados posteriormente por el Ministerio de Defensa ruso. Los rusos informaron que derribaron cinco de los seis misiles lanzados y no hubo víctimas. Ni el Estado Mayor ni el Ministerio de Defensa ucranianos quisieron hacer comentarios sobre los sistemas utilizados.
Más tarde, Putin firmó un decreto que amplía la doctrina nuclear rusa, según la cual Moscú podría considerar el uso de armas atómicas, informó su portavoz Dmitry Peskov. Según las nuevas directrices, el Kremlin podría utilizar armas nucleares en respuesta a un ataque en su suelo por parte de Kiev con armas occidentales convencionales. Rusia también considerará un ataque conjunto un ataque de un Estado no nuclear que cuente con el apoyo de una potencia nuclear.
“Este es el modus operandi típico de Putin: escalar antes de las conversaciones”, señaló Timothy Ash, estratega soberano de mercados emergentes de RBC BlueBay Asset Management. “Putin está asumiendo que tendrá que sentarse a hablar de paz con Trump en algún momento de los próximos meses”.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en un discurso ante el Parlamento Europeo en Bruselas, instó a los gobiernos a no “temer hacer aún más” para ayudar a la defensa de Kiev contra Rusia.
Zelenski no mencionó el uso de Atacms, aunque sí lanzó una aparente indirecta al canciller alemám Olaf Scholz, que se ha negado a seguir el ejemplo de Biden y enviar misiles de largo rango alemanes a Kiev e irritó a Zelenski con su acercamiento a Putin. Scholz se enfrenta a una elección anticipada en febrero tras el colapso de su coalición tripartita.
“Mientras algunos líderes europeos piensan en las elecciones, Putin está centrado en ganar esta guerra”, manifestó Zelenski.