Haití no podrá celebrar elecciones hasta un año después del asesinato del presidente
viernes, 16 de julio de 2021
El asesinato de Moise la semana pasada a manos de un presunto escuadrón de sicarios extranjeros ha sacudido al empobrecido país caribeño
Reuters
Haití no podrá celebrar elecciones justas hasta al menos un año después del asesinato del presidente Jovenel Moise debido a la influencia de bandas violentas y a un consejo electoral comprometido, dijo un dirigente de alto rango de la oposición en una entrevista.
El asesinato de Moise la semana pasada a manos de un presunto escuadrón de sicarios extranjeros ha sacudido al empobrecido país caribeño, incluido su ya frágil sistema político, que no ha podido celebrar elecciones desde 2016.
Un referéndum sobre una nueva Constitución y el retraso de las elecciones legislativas y presidenciales está programado para el 26 de septiembre.
El senador Patrice Dumont, uno de los únicos 10 legisladores en ejercicio en el Senado de 30 escaños, dijo a última hora del jueves que unas elecciones rápidas son "imposibles", dados los problemas que incluyen listas de votantes manipuladas y una autoridad electoral que él considera en deuda con los aliados de Moise y hostil a los partidos de la oposición.
Dumont, un crítico acérrimo de Moise, también señaló lo que describió como acuerdos pasados con bandas criminales negociados por el líder asesinado que efectivamente les cedieron territorio.
"Los candidatos no pueden hacer campaña en estas circunstancias", señaló, y argumentó que el poder de las bandas criminales debe ser domado por una policía nacional renovada bajo el liderazgo de un nuevo jefe.
"Estamos hablando de un año como mínimo", dijo Dumont, refiriéndose a cuándo podrían celebrarse elecciones de forma realista, y sugirió que podría llevar hasta 18 meses.
Moise llevaba gobernando por decreto desde el año pasado, después de que no se celebraran las elecciones previstas y expiraran los mandatos de todos los diputados de la Cámara Baja y de la mayoría de los senadores.
Dumont también criticó al primer ministro en funciones, Claude Joseph, por aferrarse a su puesto a pesar de que estaba previsto que lo dejara al día siguiente del asesinato. Joseph ha dicho que la Constitución le da autoridad para seguir en el cargo.