Hillary Clinton y Al Gore perdieron elecciones a pesar de sacar más votos
domingo, 3 de noviembre de 2024
En 2016 Hillary Clinton tuvo más sufragios que Trump pero perdió; y en el 2000 Al Gore obtuvo más votos que Bush pero no logró la presidencia
En muchos países el presidente que gana las elecciones es el que obtiene la mayor cantidad de votos, pero en Estados Unidos no es así. En el país norteamericano el sistema es diferente. Allí el Colegio Electoral es el cuerpo encargado de elegir al presidente y vicepresidente del país.
El Colegio Electoral tiene 538 compromisarios, ellos son quienes en verdad eligen al Presidente, mientras que las personas escogen a los encargados de esta institución. Aunque en teoría los miembros del Colegio Electoral son libres de votar a favor de cualquier candidato, ellos se comprometen a hacerlo por candidatos específicos.
Por esta razón es que los candidatos se concentran en ganar combinaciones de estados que los ayuden a superar la mayoría de los electores (270), en vez de centrar su campaña en recaudar la mayor cantidad de votos a nivel nacional.
Cada estado del país tiene un número de compromisarios que es igual al número de sus senadores más el de representantes en el Congreso. En total son 48 estados y el Distrito de Columbia, quienes adoptaron el sistema en el que el ganador se lleva todos los votos electorales, por lo que el candidato que gana la mayoría de los votos en el estado también gana el apoyo de todos los electores del estado.
Del otro lado están los estados de Maine y Nebraska, los cuales emplean un sistema donde un único candidato es elegido dentro de cada distrito del Congreso y dos candidatos son elegidos por voto popular a nivel estatal.
Los estados que tiene más votos electorales son California (54), Texas (40), Florida (30), Nueva York (28), Illinois y Pensilvania (cada uno con 19).
Entonces, ¿si un candidato tiene más votos de los ciudadanos estadounidenses, pero no tiene mayoría en número de votos electorales en realidad no ganó las elecciones? Sí. De hecho, en los últimos 100 años este fenómeno solo ha ocurrido dos veces.
En 2016 Donald Trump (Republicano) y Hillary Clinton (Demócrata) se enfrentaron por la presidencia. Trump obtuvo un total de 62.984.829 votos, pero Clinton lo superó con 65.853.514. Al final, la candidata demócrata no logró su objetivo debido a que tuvo 232 votos electorales, y Trump 306. Es decir, el republicano ganó en estados clave como Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Míchigan, Pensilvania y Wisconsin.
Una situación parecida, aunque más reñida, sucedió en las elecciones del 2000. Para ese año George W. Bush venció al demócrata Al Gore. Bush obtuvo 50.456.002 votos y Gore 50.999.897. Finalmente, el republicano, a pesar de tener casi 500.000 votos menos, obtuvo 271 votos electorales, mientras que Gore tuvo 266.