Globoeconomía

Hombre campesino, sin estudios y de 65 años, ADN del elector de Trump

Diego Carranza Agudelo

Los electores favorables a Trump han crecido y posiblemente esto sea como consecuencia del escándalo que revivió el FBI por el uso del correo personal de Clinton mientras era secretaria de Estado.

Según los últimos sondeos publicados por The Washington Post y ABC News estos ciudadanos, que le darían la opción de llegar a la Casa Blanca al millonario, son en su mayoría hombres campesinos, de más de 65 años y cuya formación académica es inferior a la universitaria.

Y es que el republicano ha sabido ganarse el voto de esta población con su discurso directo y sin eufemismos representando a la otra cara de la política tradicional, a quienes no pertenecen al establecimiento que ha gobernado al país durante décadas.

“Desde hace unos cinco años en el mundo ha crecido una rebeldía general con las clases políticas y los establecimientos tradicionales. Ya no quieren a los mandatarios de siempre y buscan otro tipo de gobiernos, así estos puedan ser catalogados como irresponsables porque son más emocionales que prácticos, como el caso de Trump”, explicó para LR el politólogo e internacionalista de la Universidad Militar, Elkin Castellanos.

Así, la imagen que ha vendido del ‘outsider’ neoyorquino, ajeno a las jugadas normales de los partidos y que dice sin reparos ni filtros sociales lo que piensa, lo ha convertido en un fenómeno creciente y una gran amenaza para los demócratas y para muchos republicanos.

Justamente por eso, grandes figuras conservadoras como el representante Paul Ryan o la secretaria de Estado del gobierno de Bush, Condoleezza Rice, le han retirado su apoyo, o incluso han declarado que apoyarán a su contrincante demócrata, como es el caso de Colin Powell.

“Trump está tan desconectado con el establecimiento republicano como las bases que lo apoyan. En Estados Unidos se ha creado una desconexión entre los partidos y las bases sociales populares. Trump rompe con el ‘establishment’ republicano y eso lo afianza con quienes ya están distanciados del partido”, afirmó para este medio el profesor de relaciones internacionales de la Universidad del Rosario, Andrés Molano Rojas.

El público de Clinton, por otro lado, es muy diferente. La candidata ha logrado tener el apoyo de las mujeres que se sienten representadas con ella. El ADN de su elector es: mujer, que vive en la ciudad, de entre  18 y 39 años, con formación universitaria. Sin embargo,  hay  42% de hombres que la sigue.

Según Rojas, Trump cae en lugares comunes que la gente habla y da la imagen de que dice lo que los otros políticos no quieren. Clinton, por su parte, tiene un discurso un poco más enfocado en temas sociales, un tema que agrada más a las personas jóvenes y universitarias interesadas por el desarrollo de  estas políticas.

Pese a esto, ya no existe la abrumadora ventaja de 11,4 puntos que tenía la demócrata en marzo y, según los expertos, su falta de carisma tampoco le ha ayudado a hacerle frente a los desafíos que han significado los escándalos a los que quedó expuesta y a las duras críticas que le hacen por significar la continuidad de un modelo que para muchos falló.

Una campaña más emocional que otras
Según el analista político Andrés Molano Rojas, la de las presidenciales de Estados Unidos no ha sido una campaña enfocada en la racionalidad, debido al discurso que maneja el candidato republicano Donald Trump, que “no está construido sobre ideas ni argumentos racionales sino completamente sobre emociones”. Eso, afirma, ha hecho que Hillary Clinton tampoco haya podido ser propositiva sino que haya tenido que usar argumentos pasionales para hacer frente al crecimiento de la popularidad del magnate.

Las opiniones

Andrés Molano Rojas
Profesor de relaciones internacionales de la Universidad del Rosario

“El discurso de Trump no está construido sobre ideas ni argumentos racionales, sino sobre emociones, apelando a los temores y los prejuicios de las personas”.

Elkin Castellanos
Politólogo e internacionalista de la Universidad Militar

“La debilidad del partido de Clinton es que ha basado su posicionamiento político en intervenir a países y entrometerse en conflictos. No se preocupa por la economía”.