Iberdrola y Endesa negocian con el Gobierno español reajustar todo el cierre nuclear
domingo, 6 de julio de 2025
Según fuentes, lo que están planteando las compañías es "reajustar" el calendario para algunos reactores, sin tocar la perspectiva final
Expansión - Madrid
Las eléctricas intentan una solución de consenso en la polémica nuclear: prorrogar ciertos reactores, manteniendo 2035 como fecha tope de cierre.
Iberdrola y Endesa, las mayores propietarias de las centrales nucleares en España, han pedido al Gobierno una revisión integral del calendario de cierre de estas instalaciones, no solo la de Almaraz. Aunque esta instalación protagoniza el debate sobre si se amplía o no la actividad de las centrales, Iberdrola y Endesa (las dos mayores eléctricas españolas, y las que más se juegan), están planteando ya un retoque de casi todo el calendario del apagón nuclear.
Iberdrola y Endesa están proponiendo al Gobierno una ampliación de entre dos y cuatro años para la vida operativa de algunos reactores. Así lo ha podido saber Expansión de fuentes implicadas en las negociaciones.
El parque nuclear español consta en la actualidad de siete reactores en funcionamiento: Almaraz I y Almaraz II, en Cáceres; Ascó I y Ascó II, en Tarragona: Vandellós II, también en Tarragona; Cofrentes, en Valencia; y Trillo, en Guadalajara. En 2019, eléctricas y Gobierno pactaron un cierre escalonado de centrales entre 2027 y 2035, empezando por Almaraz I (2027) y Almaraz II (2028), a las que seguirían Ascó I y Cofrentes, ambas en 2030; Ascó II (2032); y Vandellós II y Trillo, ambas en 2035.
El año 2035 no se toca
Según las mismas fuentes, lo que están planteando Iberdrola y Endesa es "reajustar" el calendario para algunos reactores, sin tocar la perspectiva (al menos por ahora), de clausura total del parque nuclear en el año 2035.
Intentan negociar con el Gobierno ampliar Almaraz I tres años y Almaraz II dos años. Es decir, en lugar de cerrar esos reactores en 2027 y 2028, respectivamente, se plantea que ambos cierren en 2030. También han pedido ampliar Ascó I y Ascó II entre uno y dos años, para que en lugar de que cierren en 2030 y 2032, respectivamente, ambos lo hagan en 2032 ó 2033.
Para Cofrentes se plantean cuatro años extra, y que en lugar de cerrar en 2030, se clausure en 2034. El resto de centrales seguiría el calendario que ya se pactó en 2019.
Encaje de bolillos
Con este "reajuste", Iberdrola y Endesa tratan de realizar un encaje de bolillos, operativo, empresarial y político. Operativamente, si se amplía Almaraz I y Almaraz II hasta 2030, coincidiría el cierre de ambos reactores gemelos. De esta forma, por economías de escala y otros aspectos técnicos, al cerrar dos reactores que en realidad son la misma central, se lograrían más eficiencias. Lo mismo aplica a Ascó I y Ascó II. Dar cuatro años más a Cofrentes, por otra parte, evitaría que se solapara con Almaraz o Ascó.
Desde el ángulo empresarial, Iberdrola (mayoritaria en Almaraz y Cofrentes) y Endesa (mayoritaria en Ascó) lograrían una solución equilibrada para ambos grupos, resolviendo así la disputa por quién gana más con la ampliación del calendario nuclear.
Para cualquier central, se necesita el voto unánime de todos los socios. Una arista en el debate de la ampliación de Almaraz era que Endesa exigía como contrapartida una solución para sus centrales catalanas.
Políticamente, el planteamiento del "reajuste" también intenta salvar otros escollos. El Gobierno puede mantener su promesa de cerrar todo el parque nuclear antes de 2036. De paso, se le ofrece una solución para mitigar la presión de sus socios catalanes de investidura, Junts y ERC, contrarios al cierre de las instalaciones de Tarragona. Las negociaciones las pilotan Iberdrola y Endesa porque de los cuatro propietarios de nucleares son las que más participación tienen en cada instalación. Naturgy y EDP son minoritarias en Almaraz y en Trillo. En las otras, no están.